2020, vaya año, ¿verdad? Miramos atrás y no podemos evitar reírnos cuando temimos aquel inofensivo año 2000, porque el año de la plaga nos ha dejado hechos mierda. Pero al menos tenemos las risas, los miedos, la acción.
Hemos tenido de todo. Hemos visto películas y series. En el cine y en la televisión, aunque el grueso de nuestra experiencia cinematogáfica del año se haya proyectado en el mismo salón en el que vemos las series. Podrían haber sido peor, desde luego, aunque seguimos en una situación de total confusión de cara al futuro. En fin, que desde aquí solo quería felicitaros las fiestas y desearos a todos la mejor entrada posible de un año que tiene que ser mejor. Si tienes pendiente alguna de estas películas, pues aprovecha algún día de estos libres.
BAIT
Rodada en Bolex, con película monocromática de 16mm y sin sonido directo, la última película de Mark Jenkin es el ejemplo de cine puro más espectacular que verás este año. Tragicomedia de una mañana de verano, Bait se mueve entre la experimentación más radical y el mismísimo montaje de atracciones. Todo ello mezclado a mano en viejo celuloide de mediados de los setenta.
PSYCHO GOREMAN
Una celebración del fantástico en todas sus vertientes. Es rica en ideas, está llena de efectos prácticos (también de chapuceros postproefectos que le perdonamos porque, además, no quedan tan mal aquí), tiene un reparto entregado a la causa y dos (DOS) niños alucinantes. Desde los tiempos de Black & Dekker no veíamos algo tan agradecido, vitalista, macarra y lleno de amor por el género. Mucho más que «el Turbo Kid de 2020». Es la alegría del año más triste.
EL FARO (THE LIGHTHOUSE)
La película más película, más 2020, más necesaria, más cinematográfica y más hermosamente desagradable del año. Toxicidad pura, cine puro, ambiente sobrecargado y una puesta en escena que vale su peso en oro. La única pega es que, a lo mejor, debería haber sido muda. Pero entonces nos perderíamos los diálogos recitados por esos dos colosos en la noche más oscura.
EL REY DEL BARRIO (THE KING OF STATEN ISLAND)
Jud Apatow frena en seco su decadencia de la mediana edad de la única manera posible: volver atrás en el tiempo. Con El Rey Del Barrio reformula su estilo y vuelve a una generación anterior para sacarse de la manga una de las películas más interesantes, emotivas y necesarias de 2020 gracias a su emocionante colaboración con Pete Davidson.
ESTE CUERPO ME SIENTA DE MUERTE (FREAKY)
Freaky es una película de 1986 por méritos propios. Por corazón. Por ritmo y por personajes. Qué divertidos todos. Christopher Landon demuestra un pulso sin igual en los momentos que te hacen palpitar el pecho de emoción (conmovedora escena en los probadores) y en los de reventar a carcajadas, como cada vez que Vince Vaughn está en la parte de atrás de algún coche. Una de las grandes alegrías del año.
LUX ÆTERNA
Gaspar Noé incendia un caótico rodaje con una comedia epiléptica rebosante de maldad que se convierte ya en una de mis favoritas de un director más dado a otros estilos. Al igual que pasó con la extraordianaria La Casa De Jack, de Lars von Trier, Noé ha decidido quitarse la careta de bromista para ponerse la chaqueta de comediante. Lux Æterna es una comedia redonda, malvada y breve. Tan breve que es doblemente redonda y malvada. El ¡Qué ruina de función! del cine pedante.
HISTORIA DE LO OCULTO
Este trepidante thriller político-paranormal es un truco de magia de los de antes, de los qué consisten en desviar la atención. Podría funcionar incluso sin estridencias, pero es que los flirteos con el horror cósmico, el amor brujo y sus anacronismos whatthefuck son realmente irresistibles. Ahora bien, la peli se complica ella sola a la hora de desarrollar su historia. Mal menor con una duración tan ajustada. El futuro ha muerto.
TOO FUNNY TO FAIL
A pesar de haber seguido más o menos de cerca la carrera de muchos de los responsables de The Dana Carvey Show, nunca tuve la oportunidad de ver ninguno de sus siete (ocho) programas. Doy las gracias a la gente de Hulu por acercarme a esa joya punk en un concentrado de noventa minutos donde alguno de los mayores astros de la comedia de mi vida recuerda aquellos días de absoluta libertad contracultural. Noventa minutos de felicidad.
SOUL
Inside Out Llewyn Davis into the Island of Lost Souls. Perfecta técnicamente y con ganas de experimentar con su propio destino. Una película de jazz con música de Trent Reznor y Atticus Ross. En panorámico. Es increíble lo fácil que parece hacer lo mismo desde siempre y que cada vez salga mejor. ¿Estoy llorando? Sí, estoy llorando.
BEASTIE BOYS STORY
Una historia de amistad, punk, rap y mansiones con piscinas con puentes a una audiencia entregada. Apoyados en una pantalla gigantesca y en los teleprompters que maneja el propio Spike Jonze, esta historia no necesita rimas para conquistar al espectador. Un espectador que, por supuesto, disfrutará más del asunto si al menos conoce a la banda en cuestión, aunque no se exige conocimiento previo alguno.