Han tocado como banda de acompañamiento del icónico Iggy Pop y el legendario Thurston Moore de Sonic Youth les publicó alguna referencia con su sello, ahí es nada. Pero si Las Nubes llegaron a mis oídos fue gracias al buen trabajo de Spinda Records, cuya actividad seguimos de cerca desde hace ya unos años.
La disquera independiente con oficina en La Línea de la Concepción coedita el presente Tormentas malsanas, el nuevo largo de un prometedor dúo femenino con raíces latinoamericanas afincado en Miami.
El sello gaditano acertó de pleno al fichar a las argentinas El Fin del Mundo, convertidas en una de las sensaciones del shoegaze pop actual, y la historia se podría repetir ahora con Las Nubes, una banda con actitud punk y gancho pop liderada por dos enamoradas de la música que se conocieron trabajando en una tienda de discos.
El título de su nuevo largo, Tormentas Malsanas, contrasta con la imagen idealizada que podíamos tener de Miami. Se trata de una ciudad tropical, con un clima cálido, pero durante los meses de verano son habituales las lluvias torrenciales y los huracanes; y con esa dualidad radical juegan en este adictivo disco Ale Campos (guitarra, bajo, voz) y Emile Milgrim (batería, percusiones), que en esta ocasión se atreven con el castellano -su segunda lengua- sin renunciar del todo al inglés de sus referencias previas (un largo, publicado hace cinco años, y numerosos singles y compartidos).
Producido por su amigo Jon Nuñez (Torche, Shitstorms), Tormentas Malsanas incluye piezas ultramelódicas que beben del mejor rock alternativo de los noventa, con las juguetonas The Breeders como referente indiscutible. Pienso en canciones de pop distorsionado y chispeante como ‘Would be’, ‘Silhouetted Man’ y las recuperadas (y regrabadas) ‘Enredados’ y ‘Drop In, ya Freaks’, aparecidas originalmente en un doble single a finales de 2023. Esta sería su faceta más amable y casi naïf. Pero la banda también explota su lado punk, salvaje, áspero, y se nota que disfrutan haciendo ruido con el fuzz a todo trapo. Ahí están la elocuente ‘Pesada’, ‘Caminar sola’, ‘The Weeks that Followed’ y la parte central de ‘Caricia’, un viaje sonoro entre lo celestial y lo infernal que supera los 10 minutos y de cuya letra extrajeron el título de este apasionante disco.
Me maravilla la capacidad de Emile y Ale para combinar con extraordinaria naturalidad melodías soleadas y riffs turbulentos en un mismo disco sin dejar de parecer la misma banda.
Ojalá lleguen todos estos nubarrones supuestamente “malsanos” y podamos disfrutarlos en directo más pronto que tarde. Estaremos muy atentos a las previsiones metereológicas de Spinda.
LUIS BENAVIDES