“Nos lo pasamos bien haciendo el primer disco, por lo que decidimos hacer otro”. Con esta frase, de una lógica aplastante, Lo Tom anunciaron la grabación de su segundo largo y pidieron ayuda a sus seguidores a través de una campaña de micromecenazgo. Esta frase refleja además las sanas y humildes intenciones de esta superbanda liderada por dos músicos excepcionales como son David Bazan (Pedro the Lion, Overseas) y TW Walsh (Headphones, exPedro the Lion).
A diferencia de su largo debut, publicado hace tres años de la mano del sello de Seattle Barsuk Records, LP2 ha visto la luz a través de la autoedición, un detalle no menor tratándose de músicos de reconocido prestigio que pone de relieve su voluntad de llevar las riendas de este proyecto, sin presiones ni compromisos. Así, no han tenido que pensar un título con gancho para el disco y tampoco han tenido que explicar a ningún ejecutivo o representante el porqué de una portada tan absurda.
Esa sensación de libertad traspasa el disco, un ejercicio de indie rock desenfadado y vigoroso sin concesiones a la galería, una colección de canciones atemporales. El cuarteto con base en Los Ángeles que completan dos exmiembros de Starflyer 59 ahonda en su fascinación por el rock melódico más ‘radiofriendly’ de los setenta y ochenta (evidente en el riff insistente y el falsete de ‘The Show’ y la poderosa balada ‘No Margin Of Error’) e incorpora algo de distorsión noventas en la onda de Sugar (‘Start Payin’, ‘I Need Relief’), incursiones shoegazers (exquisitas en ‘Outta Here’) y algún sintetizador (‘Suck It Up’).
La carismática voz de Bazan y sus sencillas pero expresivas líneas de bajo tienen un peso específico en los ocho cortes que componen este disco. Con todo, no podemos menospreciar el aporte del resto de la banda, especialmente de Walsh, encargado de una producción con mucha pegada y del 50% de las guitarras. Más allá de los nombres propios, Lo Tom son cuatro viejos amigos creando grandes melodías sin grandes pretensiones. Ésa es la razón de ser de una banda con mucha clase y todavía más encanto.
LUIS BENAVIDES