“De mayor lo entenderás”, ésa era la frase que una y otra vez se me repetía en la infancia. Así que uno va creciendo con la esperanza de que se resuelvan todas sus incógnitas. Pero el caso es que, cercando ya los cuarenta palos, las dudas ya no sólo se mantienen, sino que además se han multiplicado. Sin embargo, me he tenido que ver con arrugas en la frente y con pelos blancos en la barba para que el polémico disco Load me cobre sentido.

Tengo un amigo al que le gusta identificarse con Bill Murray en el día de la marmota; despertador que suena a la misma hora, ducha caliente y una sucesión de actos repetitivos a lo largo del día. Una mañana se levanta y el café que bebe tiene un sabor demasiado amargo. De repente se cuestiona su sentido en el mundo. Pero el miedo lo paraliza…y lo deja estar.

Quizá si Lars y James hubieran apostado en aquel entonces por sacar otro …And Justice for All, serían más respetados por la comunidad metálica. Seguro que su integridad se compararía a la de Slayer o Motörhead, pero al mismo tiempo, estoy convencido de que hubiera sido el principio de su final.

Y es que dejando fuera los prejuicios y viendo el LP con perspectiva, creo que tenemos que agradecer a los jinetes de San Francisco que se cortaran el pelo y nos dieran pepinazos como ‘The Outlaw Torn’.

Además, hay que reconocerles que, antes de que las sesiones de coaching se pusieran de moda en YouTube y los libros de autoayuda fueran superventas, ellos ya nos habían mostrado el significado de esa frase tan recurrida de “el que no arriesga no gana”.