Seguimos nuestro repaso a 2022, con la lista de mejores discos nacionales. Elaborarla ha sido realmente complicado, no por falta de candidatos, sino por todo lo contrario. La cosecha de este año ha sido excelente.
Uno de los aspectos más positivos de este año es que como muchas propuestas que nos habían sorprendido con su debuts, han conseguido afianzarse y superarlos con discos mucho más ricos. Señal que aquello no fueron golpes de suerte, sino que realmente apuntan a que puedan tener un largo recorrido. De igual manera, artistas y bandas ya consagradas, lejos de estancarse, han firmado algunos de sus mejores obras. Si no lo habéis hecho todavía, ahora es un buen momento para descubrir estas 20 perlas para todos los gustos.
Textos de Jordi Meya, Gonzalo Puebla, Richard Royuela, Pau Navarra, Santa, Luis Benavides, Karles Sastre, Marta Puig, Endika Caño de Miguel.
20- PYLAR
Abysmos
(Humo Internacional)
De nuevo, los sevillanos se erigen como druidas telúricos capaces de invocar a lo desconocido y despertar lo antiguo y escondido. En esta segunda parte dedicada a la trilogía a Lovecraft encontramos gritos que se van apagando incesantemente tras una embestida de trombones, susurros y coros primitivos mezclados con ondas sonoras intergalácticas, un gong que va marcando el paso en esta sinfonía de drone y el kraut más experimental; electrónica que se conjuga perfectamente con los instrumentos de viento mientras la percusión va de un lado para otro sin despeinarse, violencia que se desata tras veloces golpes de parche, entrando en los terrenos del black o el death metal más retorcido. Si cada parte se ha tornado más oscura y demencial, no puedo esperar el día en que ésta se complete.
19- CUNEO
Celestines
(Varios Sellos)
En el lejano 2017 pudimos escuchar el homónimo debut de Cuneo, el proyecto paralelo de varios miembros de los alicantinos Zombies & Diamonds y el cantante de los catalanes The Wax. Ahora, tras la triste defunción de estas bandas, este proyecto parece adquirir otra dimensión incorporando también a los vocalistas de Habitar La Mar y Virgen. Resulta evidente que la ampliación de la formación ha enriquecido, y mucho, la propuesta de la banda, plasmada en Celestines, una nueva tanda de temazos de rock alternativo en su sentido más extenso. En su caso, cuantos más se unen a la fiesta, mejor.
18- ATARAXY
The Last Mirror
(Me Saco Un Ojo, Dark Descent)
Hay bandas que tocan death doom, y luego hay otras que lo subliman. En su tercer álbum, los aragoneses Ataraxy logran alcanzar la perfección en el estilo en varios momentos, justificando el culto que reciben y las ganas que se tenía de volver a ser sepultados por su metal mórbido. El secreto de esta obra reside en los cuidadosos arreglos de guitarra y teclado que, sutil y constantemente, te obligan a asomarte al abismo cuando éstos emergen desde una segunda, incluso tercera línea. Puede que a veces sea mucho más pronunciado, como en ‘Decline’. De cualquier forma, es un efecto devastador y semejante al que ocasiona en tu psique ‘Rødt Dødt Kød’ de Undergang, aunque en el caso de los maños, ampliado al álbum entero y como si lo ejecutaran unos Asphyx de etiqueta.
17- VIDRES A LA SANG
Fragments De L’Esdevenir
(Varios Sellos)
Fragments De L’Esdevenir son cinco temas que rebosan la calidad y el saber hacer de los de Terrassa por todos los lados. Metal extremo lleno de pasajes black y death esta vez acompañados totalmente por las voces guturales que imprime más fuerza a las letras desnudas y llenas de oscuridad del poeta de Roda de Ter. El primer single, ‘Mort De Paraula’, ya te deja con el culo sentado en tu asiento y te prepara para lo que vendrá después, el magnífico ‘Salveu-me Els Ulls’. La tristeza inmensa de una canción como ‘Ventres De Llum’ se contrapone a la siguiente, ‘Fins Aquí’, otro temazo 100% Vidres. Y terminan con la sublime ‘Ara És Demà’, otro ejercicio maravilloso que demuestra su enorme talento y calidad.
16- EZPALAK
Hortz Aina Hots
(Oso Polita)
Como bien ilustra la portada a cargo de Holy Fire Studio, la tercera entrega de los guipuzcoanos condensa diez petardazos que van directos a los tímpanos. En media hora el cuarteto demuestra ir sobrado de esa ‘Gasolina’ cuyos ingredientes imprescindibles siguen siendo la guitarra de Eñaut Gaztañaga (buen partido le saca a todos los efectos que lleva en la pedalera) y la garganta de Juanjo Berasain más rasgada que de costumbre. Un registro que le sienta como un guante a mamporrazos sónicos como ‘Lehertu Arte’, ‘Boterearen Dantza’, ‘Berdin Zait’ y ‘Zerotik’, la mayoría sin llegar a superar la barrera de los tres minutos. Pura inmediatez. Ezpalak se colocan ahora mismo como de unos de los nuevos y más sólidos valores de la cantera vasca. Veremos hasta dónde son capaces de llegar, pero al menos con Hortz Aina Hots sus canciones han alcanzado el lugar que tenían en mente desde hacía tiempo.
15- AIRBAG
Siempre Tropical
(Sonido Muchacho)
El sentimiento de familiaridad es constante a lo largo de los 11 temas del álbum. Las melodías, la voz de Adolfo, esas historias de costumbrismo moderno con las que todos nos podemos sentir identificados… todo el rato revolotea un agradable sensación de confianza por saber que las cosas siguen en su sitio en el universo Airbag. Los malagueños suenan sobre todo a ellos mismos, y en Siempre Tropical, incluso más que en ningún otro disco. Que sean capaces de fagocitar con su propio sonido a todo un J de Los Planetas, quien se les une en ‘Finales Alternativos’, lo dice todo. Y sí, seguramente las guitarras tengan más distorsión que en otras ocasiones -el pildorazo hardcore de ‘Todo Mal’ es de traca, y el riff de ‘Siempre Tropical’ evoca a los Nirvana de In Utero-, y que haya una airecillo a indie 90s más pronunciado que en otras ocasiones – ‘La Marmota Phil’ o ‘Una Pena Lo De Mario’-, o que en el break instrumental de ‘Secretos Chinos’ se les note más que nunca la influencia de Weezer (era Pinkerton), pero de alguna manera todo vuelve al redil en temas como ‘Viva John Hugues’ o ‘Andrea’ donde suenan 100% Airbag. Llámenlo power pop, indie rock, o simplemente rock.
14- DANI LLAMAS
A Fuego
(Wild Punk Records)
Si su ‘debut’ como cantaor rockero ya era un interesantísimo primer esfuerzo que dejó momentos brillantes, para su revalida Dani Llamas ha querido ir un par de pasos aún más lejos. Inspirándose en distintos palos del flamenco como bulerías, soleás, tangos e incluso sevillanas, ha dado con una nueva colección de canciones que profundizan en la unión entre el rock y el folklore andaluz tanto en lo musical como en las letras. Igual que ocurrió en La Verdad, ese sonido rudo y aflamencado le sirve para expresar sus inquietudes sobre la clase obrera y la lucha de clases, algo que deja bien claro en la primera estrofa de ‘Entre La Maleza’. «Hace muchísimos años, paseaba yo por la calle, y en una pared rezaba: «Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases». Se me clavó a fuego». Unas líneas iniciales que marcan el tono de lo que vamos a ir encontrando a continuación. No es A Fuego un álbum de rápida digestión. Hay que dedicarle el tiempo que se merece para poder llegar a apreciarlo en su totalidad, porque es ahí donde reside su valor.
13- TRONO DE SANGRE
Disco Del Año
(Discos De Sangre)
Desde la publicación en 2014 del aplaudido La Mitad De Lo Que Somos, La Mitad De Lo Que Creemos, los madrileños han ido avanzando a trompicones para poder finalizar un nuevo disco que parecía que nunca iba a llegar. Finalmente (y tras ver pasar a un buen puñado de guitarristas por sus filas), David, Fernando y Hans decidieron irse el pasado verano a los Kollapse Studio de Lugo con Iván Ferro para registrar sus nuevas canciones como trío. El resultado es un trabajo que sigue sonando 100% a ellos pero expandiendo su peculiar universo. Un arco sonoro dónde es fácil reconocer elementos de The Dillinger Escape Plan o incluso de Converge, pero que en esta ocasión incorpora un mayor componente melódico. Estamos ante su obra más sencilla de digerir, pero no te confundas. Su música sigue siendo un auténtico rompecabezas. Que hayan optado por titular su regreso como Disco Del Año podría sonar pretencioso a todas las luces, pero Trono De Sangre se han asegurado de que, al menos mientras lo escuchas, puedas llegar a pensar que realmente lo es.
12- CRISIX
Full HD
(Listenable)
Lo de Crisix ya no deberia sorprender a nadie. Llevan años demostrando por activa y por pasiva que ya son un nombre reconocido dentro de la escena thrash mundial. Así que en 2022 y para recuperar la nueva (¿normalidad?), se nos presentan con nuevo disco bajo el brazo y con la misma caña de siempre. Porque si algo tiene este Full HD es precisamente esto, energía y fuerza para que te aburras. Arrancando con la mini intro de ‘The Many Licits Paths’ ya puedes intuir que esos breves segundos serán los únicos calmados en todo el viaje. Crisix han vuelto con un disco lleno de detalles, cuidado al máximo en su grabación y que les ha de permitir dar el paso siguiente en una carrera que ya totalmente sólida. No tienen que demostrar nada a nadie, pero se empeñan en convencernos que son los mejores.
11- YAWNERS
Duplo
(Montgrí)
Sé que la envidia no es un buen sentimiento. Pero tengo que reconocer que cada vez que escucho el nuevo disco de Yawners, siento mucha de Elena Nieto. Pero que la envidie no quiere decir que la odie. ¿Cómo hacerlo cuando desde que RockZone me pasaron el avance de Duplo sus diez canciones me hacen feliz cada vez que las escucho? Posiblemente a ella le pasara lo mismo cuando escuchaba los discos de Weezer, Green Day o Blink-182, y quizá por eso le salen canciones tan chulas y pegadizas como ‘Rivers Cuomo’, ‘Something About You’, ‘Honey’ (uno de los hits del año) o ‘Belong’, con ese clímax de batería que te invita a hacer stage diving. Sus melodías dulces, pero con un punto emo, se han convertido en mis compañeras cuando salgo a correr; sus acordes sencillos, pero muy bien combinados, han hecho que ir al supermercado fuera divertido, y su desparpajo para combinar castellano e inglés me han hecho sonreír mientras mi novio estaba mirando más al móvil que a mí. ¿Qué más le puedo pedir a un disco?
10- PINPILINPUSSIES
Hipocondría
(Aloud Music)
En apenas dos años, Raquel y Ane han perfeccionado todo lo que ofrecieron entonces sacando el máximo rendimiento a sus capacidades. La cosa tiene más mérito si tenemos en cuenta que el ciclo de su primer disco se vio totalmente capado por la pandemia. Nadie lo diría. La energía y química que desprenden estas 13 canciones parecen el resultado de haber estado girando a saco. Su música sigue asentada en los pilares que se plantaron durante la revolución alternativa de los 90, pero para nada estamos ante un trabajo nostálgico, sino que se sirve de las mismas herramientas para hablar desde el presente y con una perspectiva indudablemente femenina. Alternando las voces principales, el inglés y el euskera, partes gritadas con otras más melódicas, y guitarras a tope de distorsión con otras más limpias, Pilinpussies consiguen mantenerte pillado de principio a fin. El nivel de las canciones es altísimo, tanto por su inmediatez como por su pegada. Hipocondría es todo lo que se supone que tiene que ser un gran segundo disco, y un poquito más.
9- IMPLORE
The Burden Of Existence
(Church Death Records)
Como decían Berri Txarrak, «si no avanzas es que estás retrocediendo», y parece que Implore han decidido no solo avanzar, sino también evolucionar. En temas como la inicial ‘Prior Void’ o ‘Archetype’ te reciben y esa velocidad propia del grind, y en ‘Masochistic Tendencies’ o ‘Failure Through Self Preservation’ te cogen del pecho y te arrastran al caos en medio de unos ritmos rápidos y directos. Cabe destacar también la producción del disco, grabado con gran calidad por su batería Markus, y la mezcla a cargo del único e inimitable Kurt Ballou, guitarrista de Converge, que de verdad se aprecia en canciones como ‘Accept Loss’ o ‘The Sense Of Endings’ en las que resaltan los detalles y dan profundidad a este nuevo trabajo. Aunque pueda parecer una contradicción teniendo en cuenta su estilo, The Burden Of Existence es un disco agradable de escuchar, y que no se hace para nada monótono. Implore han jugado muy bien con las dinámicas para que no llegue a aburrirnos. Siguen siendo brutos, pero también te dejan respirar.
8- REDSHARK
Digital Race
(Listenable)
Qué expectación ante lo nuevo de Redshark, y es sólo su primer álbum. La banda catalana ha estado cociendo este asalto a fuego lento, operando desde 2012 y publicando previamente un par de EPs, y si ya apuntaban maneras, con Digital Race confirman todo lo que sospechábamos. Tienen imagen, una mascota atractiva, unas ideas tan claras que les han llevado a fichar por Listenable, y escuchando este disco, canciones… cancionacas. Irrumpe ‘The Drill State’, y cuando empiezan los duelos de guitarras ya te estás relamiendo. Joder, sí. Velocidad, punteados, heavy a tope, y ese carácter que Pau Correas le imprime a la voz, lejos de esos agudos tan manidos. Los coros les delatan, siempre lo han hecho: a esta gente le va el US metal, aunque hay mucho más. Digital Race es una mezcla de cualquier estilo heavy que nos flipe, siempre acertando en la elección y ejecutándolo con mimo, desde un prisma vintage. Redshark nos darán muchas alegrías, porque esto es sólo el principio.
7- BONES OF MINERVA
Embers
(Aloud Music/La Rubia Producciones)
Era evidente que la expectación por comprobar qué podían ofrecer en un segundo largo era muy grande. Más aún cuando una escudería de fiabilidad contrastada como Aloud ha decidido incorporarlas a su plantilla. Pero lejos de verse perjudicadas por el hype, Bones Of Minerva han sabido utilizar esta larga tregua a su favor para dar con una versión más compacta y definida de sí mismas. Para empezar, parte de culpa la tiene Alex Cappa. Si en Blue Mountains la producción se quedaba algo coja por momentos, con Embers ya les tiene más que cogida la medida en los Metropol Studios. De allí han salido con una obra que corrige puntos débiles y aumenta los fuertes que se podían apreciar en su ópera prima. Entre las grandes sorpresas, encontramos la inclusión del castellano en ‘Cuna’ (alternando estrofas en inglés), cuyo break previo a la recta final es uno de los momentazos del álbum. Como también lo es ‘Fuego’. Cantada íntegramente en nuestra lengua, además de exhibir todas sus cualidades (Blue se sale una vez más aquí), muestra que si en el futuro deciden cambiar por completo de idioma será todo un acierto.
6- TOUNDRA
Hex
(Inside Out Music)
Producido una vez más por Santi García, ya sabréis a estas alturas que la primera cara de Hex la ocupa ‘El Odio’, una pieza de más de 20 minutos dividida en tres partes sobre la que gira el concepto del álbum. Tal y como nos llevan acostumbrando desde hace tiempo, sus temas no necesitan de letras para entender lo que quieren transmitir. Aunque cada una de sus tres divisiones bien podría funcionar de forma autónoma, es cuando las escuchas del tirón que consiguen darle un sentido completo. Tras escalar semejante montaña, uno podría pensar que las cuatro canciones restantes de Hex son un mero trámite para justificar el disco. Todo lo contrario. Lejos de ser puro relleno, la segunda mitad mantiene el nivel exhibido durante el primer acto. Veremos si en el futuro aún pueden dar más de sí, pero por el momento Toundra siguen atreviéndose a proponerse nuevos retos y, lo que es aún mejor, superarlos con nota.
5- ELLA LA RABIA
Canción De Cuna Oceánica
(Calaverita)
En los cuatro años que separan su debut de Canción De Cuna Oceánica, los canarios Ella La Rabia han tenido tiempo para pulir su discurso hasta dar con una obra absolutamente incontestable a la que cuesta encontrarle puntos flacos. Es algo que se siente desde que la ceremoniosa introducción de ‘Huesos Al Mar, Voces Al Viento’ va preparando el terreno para que entren a cuchillo en ‘Valenta’ y ‘MMXX’. Riffs de contundencia metalera y energía hardcoreta se abren paso a mamporrazos dejando el hueco suficiente para que se cuele algo de melodía y luz en un arranque que te deja directamente noqueado. Aquí no se viene a hacer prisioneros. La locura no para a la que asoman las congas de ‘Yruene’ y una venenosa línea de bajo te advierte de que esto ya no va a frenar. Igual de sorprendente pero más formal es el corte que da título al disco. ‘Canción De Cuna Oceánica’ nos trae el sonido más puro de las islas de la mano del conjunto Támbara con unas percusiones y un cántico tradicional al que más tarde se unirá la banda en un cierre que realmente emociona. No todos los días nos encontramos con una banda dispuesta a abrirse en canal y mostrar tan orgullosa su lugar de procedencia.
4- MOURA
Axexan, Espreitan
(Spinda Records)
En Axexan, Espreitan, el segundo álbum de los gallegos, los cortes se han duplicado al tiempo que su longitud más breve facilita la labor de asimilación. Pero al contrario de lo que ocurre con Derby Motoreta’s Burrito Kachimba (otra banda contemporánea que ha revolucionado la fórmula del rock y los sonidos autóctonos), Moura no buscan tanto el dar con canciones en el sentido clásico del término, sino de sumergirte en una experiencia sonora sin igual. A ello ayuda que todos las canciones vayan hiladas una detrás de otra consiguiendo una escucha totalmente inmersiva. El zumbido de los sintetizadores a lo Blade Runner de ‘Alborada Do Alén’ (podría pasar como un homenaje no intencionado al recientemente fallecido Vangelis) te van dirigiendo hasta el ‘Romance De Andrés D’Orois’. Ahí el imponente cántico de Diego Veiga te atrapa a través de una murder ballad en la que relata el asesinato de su bisabuelo a manos de dos ladrones a principios del siglo XX. Esta conjunción de historias ancestrales y rock psicodélico son el leitmotiv por el que discurre el álbum. Moura han logrado plasmar a la perfección todo su universo a través de un lenguaje propio que exige al oyente poner los cinco sentidos en él. Pocos trabajos más sorprendentes, originales y únicos vas a escuchar este año. Palabra.
3- CAROLINA DURANTE
Cuatro Chavales
(Sonido Muchacho)
El calendario indica que han pasado cerca de tres años entre los dos álbumes de Carolina Durante pero, ni de lejos, nos encontramos con un álbum que simplemente recoge el testigo de su debut.En Cuatro Chavales encontramos justo eso, cuatro tipos enfrentándose al siempre complicado segundo disco, sin muchos miedos ni complejos. La inicial ‘Tu Nuevo Grupo Favorito’ es toda una declaración de cómo ve la banda todo lo que se ha dicho sobre ellos. Una inteligente manera de sacudirse toda la ‘presión’ que pudieran sentir. Y a partir de ahí, el festival no para. Son doce temas sencillamente redondos, que justifican por qué ellos y no otros han sido los encargados de que la música de guitarras siga vigente y jugando en el mainstream estatal. El gran mérito de los madrileños es que saben exprimir al máximo sus virtudes, no metiéndose en laberintos de los que no podrían salir, y dejando que la canción, y la energía que desprenden en cada una de ellas, se lleven todo el protagonismo. Pese a que jueguen con miles de estilos -desde el punk al indie de influencia 90’s-, este es un disco de rock sin etiquetas y ahí radica parte de la clave de su éxito. Carolina Durante tienen algo para todo el mundo sin pretenderlo.
2- ÓSSERP
Els Nous Cants De La Sibil·la
(Varios Sellos)
La inicial ‘Cavalcant L’Ossa Menor’ nos permite empezar a transitar por ese apocalipsis pronosticado a través del death grind marca de la casa del grupo barcelones. Pero es a partir de ‘Tot Crema’, ‘L’Engany’ o ‘El Pes Del Buit’ cuando empezamos a notar realmente ese peso vacío del cosmos sobre nuestros hombros. Todo esto gracias al increíble currazo que se han marcado Dani y Ben a las guitarras y las voces absolutamente demoledoras de Vali y Xavier. Porque estos años de ‘silencio’ también han permitido que el sonido de la banda se enriquezca con algunos momentos más industriales o con muchas armonías y atmósferas típicas del black que podemos apreciar en cortes como ‘Lluna Negra’. ¡Qué preciosidad, amigos! Ósserp han vuelto por la puerta grande para anunciarnos el fin del mundo. A mí, sinceramente, me parece un planazo que este Els Nous Cants De La Sibil·la sea su banda sonora y que mientras suene ‘La Rèmora’ todo estalle y el universo nos engulla de una puta vez. No se me ocurre mejor final.
1- BIZNAGA
Bremen No Existe
(Montgrí)
De manera muy astuta, en Bremen No Existe Biznaga ha hecho de la melodía su Caballo de Troya para descargar la misma rabia, desolación y mala baba que vienen exponiendo desde sus inicios, pero inyectándolas en caramelos envenenados.Desde que arranca con ‘Líneas De Sombra’ hasta que llega al clímax final con ‘Una Historia De Fantasmas’, su cuarto álbum no da tregua. Si en sus primeros discos su mensaje muy acorde al ‘No Future’ del punk venía revestido de crudeza, oscuridad y una actitud combativa, aquí lo han camuflado en unas canciones musicalmente más luminosas. La distorsión ha bajado unos grados, la voz aparece más clara, y sin perder ni un gramo de su energía lo han impregnado todo de un espíritu más pop que recuerda a la cara más amable The Cure o The Replacements. Como si se hubiesen conjurado para hacer un disco lleno de hits, Biznaga no se han cortado a la hora de crear estribillos que parecen ser diseñados para ser coreados en los conciertos, y punteos de guitarra que son igual de pegadizos. Decir que es su mejor disco, en el fondo sería desmerecer sus trabajos anteriores que ya eran buenísimos, pero por su accesibilidad Bremen No Existe sí que es una invitación con los brazos abiertos a entrar en su mundo. Si no las hecho todavía, no la rechaces porque como cantan en ‘La Escuela Nocturna’, «la noche es nuestra y el día de los demás».
Escucha una selección de temas de los discos de la lista:
