Montar una nueva banda pasados los 30 años, cuando llevas más de media vida vaciándote en otras formaciones, tocando y girando sin parar, no debe ser fácil. Quieres, porque de alguna manera lo necesitas, pero te asaltan las dudas. Este es el leitmotiv de Escaso Entusiasmo, el primer trabajo de Los Sanchos, una banda de Donosti integrada por viejos conocidos de la escena alternativa.
El post hardcore y post rock al que nos tenían acostumbrados con sus anteriores proyectos (Cohen, Hyedra, All Became Dust…) se transforma aquí en un indie rock emotivo con letras en castellano. Siendo posiblemente su disco más accesible hasta la fecha, el título Escaso Entusiasmo se antoja irónico, pero sin duda tiene mucho de realismo, de pies en el suelo. ¿Acaso la madurez no es eso?
Este debut reúne numerosas reflexiones en voz alta, desde la más honesta vulnerabilidad, con referencias explícitas a lo que estos cuatro amigos esperan de Los Sanchos. “¿Y si ya no tengo nada dentro? ¿Y si las mejores canciones no están por la labor de llegar?”. Esto cantan en ‘Futuro incierto’, un anti-himno que como ‘La Carga’ y sobre todo ‘Ruido De Fondo’ retrata lo que se cuece en una banda, el sacrificio que implica tirar de ella y las inseguridades que debes superar.
Tengas o no una banda o proyecto artístico en general, es fácil sentirte reflejado en muchas de sus canciones, algunas con vocación generacional como ‘Ojos Verdes’, con frases como “pienso en hipotecas, pienso en estabilidad, vivo siempre conectado a una preocupación circular”. O ese ‘No sé muy bien cómo caer aquí’, ataque directo a la pornografía emocional y las adictivas redes sociales. ¡Ah! Mención especial merece la sentida y dolorosa ‘Solo Carne’, inspirada en aquellos miserables que miran para otro lado y se convierten así en cómplices de una agresión.
Grabado en Gaztain Estusioak con Eñaut Gaztañaga (Ezpalak), Escaso Entusiasmo contiene trazas de los últimos Touché Amoré en piezas rápidas como ‘Caparazón’ y no puedo evitar pensar en David Bazan y Viva Belgrado en las citadas ‘La Carga’ y ‘Ojos Verdes’ respectivamente. Muchas influencias, perfectamente asimiladas, al servicio de esta nueva y prometedora etapa que encaran con entusiasmo moderado. Sea como sea, una de las sorpresas de 2022.
LUIS BENAVIDES
