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ME AND THAT MAN – ‘New Man, New Songs, Same Shit, Vol. 2’

Aunque vuelve a caer en determinados clichés, de momento la cosa sigue funcionando.

Resulta curioso ver como lo que empezó siendo una aventura de Nergal en solitario (en un primer momento acompañado por John Potter), ha terminado convirtiéndose en un proyecto colaborativo dirigido por el líder de Behemoth. O al menos así es como parece funcionar ahora mismo Me And That Man.

Tras haber publicado el pasado curso New Man, New Songs, Same Shit, Vol. 1, el polifacético artista polaco repite jugada tirando de agenda de contactos para entregarnos una segunda parte con los mismos ingredientes: canciones repletas de referencias al blues, el country y el folk de temática tenebrosa. Y aunque vuelve a caer en determinados clichés, de momento la cosa sigue funcionando.

Nergal ha conseguido reunir una vez más a todo un all-star del metal y el rock en el que cada participante se ha dejado llevar hasta meterse de lleno en la faena. Es así como podemos disfrutar a Randy Blythe de Lamb Of God o Alissa White-Gluz de Arch Enemy en ‘Silver Halide Echoes’ y ‘Goodybye’ respectivamente moviéndose en un registro poco habitual en ellos. Ahí está la gracia del asunto.

Entre las piezas más destacadas, podríamos citar ‘Under The Spell’, un oscuro rockabilly interpretado por un tal Mary Goore que no es otro que Tobias Forge de Ghost. Como no podía ser de otra manera, le sienta como un guante. Kristoffer Rygg de Ulver lo clava también en la bonita balada country ‘Witches Don’t Fall In Love’ sonando a un Johnny Cash en versión gótica. Y si de transformaciones se trata, David Vincent de Morbid Angel se pone en los zapatos de Nick Cave para encarar la murder ballad ‘Year Of The Snake’.

Otros momentos curiosos son escuchar a un ex-Iron Maiden como Blaze Bayley marcarse un blues junto a Gary Holt de Exodus y Slayer en ‘All Hope Has Gone’, ver como Michael Graves de Misfists se viene arriba en la borrachuza ‘Blues & Cocaine’, o a Chris Georgiadis de Turbowolf imprimiendo un poco de punk en ‘Got Your Tongue’.

Pero probablemente si hay un corte realmente especial entre todos, aunque sea de forma involuntaria, sin duda ese es ‘Black Hearse Cadillac’, dónde el recientemente fallecido Hank Von Hell realiza una de sus últimas interpretaciones en un tema de ambiente premonitoriamente fúnebre.

Habrá que ver hacia dónde pretende Nergal dirigir Me And That Man en el futuro. Algo más de riesgo no estaría mal. Pero aunque se haya disipado un poco el efecto sorpresa, no negaré que he disfrutado de esta secuela.

GONZALO PUEBLA