¿Qué puede ofrecer un tipo como Al Jourgensen en 2024? Después de toda una vida al frente de uno de los combos más influyentes en la música industrial, de colaborar con Jello Biafra o Trent Reznor, o haber cometido todos los excesos posibles, no sorprende que haya anunciado que su próximo disco vaya a ser el último de su carrera.
Pero antes de retirarse, Jourgensen y sus Ministry lanzan un penúltimo dardo para convertirse de nuevo en la peor pesadilla del movimiento MAGA (Make America Great Again), con nueve salmos en contra de la ignorancia, el fascismo, las fake news y la figura que todo lo encarna en EEUU: Donald Trump. Se nota que se siente la mar de cómodo en su papel de látigo castigador, más en año electoral en su país, así que, como una cita ineludible en el calendario, se saca de la chistera este Hopiumforthemasses.
Después de 16 trabajos y 40 años, con algún hiato de por medio, Ministry siguen a lo suyo sin variar el plan de su última etapa. Los temas no te van a sorprender, sencillamente es todo lo que esperas de tito Al: Riffs y ritmos machacones con altas dosis de asco al pseudofascismo turbo capitalista ignorante made in USA.
‘B.D.E’ es un pildorazo lento, pero certero y directo al hipotálamo, ‘Godamn White Thrash’ (maldita basura blanca) y ‘Aryan Embarrassment’ (vergüenza aria) no necesitan presentación. ‘New Religion’ con riff veloz inspiradísimo en Slayer y voces propias de coral gospel, contrasta con el ritmo sincopado de la base percusiva. ‘It’s Not Pretty’ tiene varias fases y viaja desde el country -según Ministry- al riff machacón, a algo menos contundente musicalmente hablando, con guitarras más pendientes de hacer jam e improvisar y voces femeninas que le dan una nota de variedad que hasta ahora no habías encontrado. ‘Cult Of Suffering deambula por el medio tiempo y a la que le sobran un par de minutillos y el cierre ‘Ricky’s Hand’ es el final de la rave con el synth en primer plano.
Nada nuevo bajo el sol y sin destellos de brillantez. Sí, pero ¿a quién no le gusta dar un poco de caña a la mierda capitalista pseudofascista? Yo estoy dentrísimo.
JOAN CALDERON
