Si a finales de la primera década de los 2000 nos preguntábamos cuánto podía dar de sí la antigua civilización egipcia en la mente de Karl Sanders, a estas alturas el estadounidense ya ha demostrado que los fundamentos de Nile seguirán intactos mientras él se tenga en pie.
En 2017 tuvieron que superar la difícil papeleta de reemplazar a Dallas Toler-Wade, pero Brian Kingsland aprobó el examen con nota, y ya para The Underworld Awaits Us All se han reforzado hasta hacer olvidar cualquier miembro anterior. A lo Maiden, ahora los de Greenville van con tres guitarras dada la incorporación de Zach Jeter, y también suben la apuesta hasta los tres vocalistas, cuatro seguramente para el directo visto el fichajazo de Dan Vadim Von (Morbid Angel, exIncantation) para el bajo.
Pese a ello, con los primeros temas compruebas que poco ha cambiado en el aspecto musical. Parapetado tras los tambores de guerra, George Kollias sigue siendo un dios imparable, y los riffs híper técnicos a dos millones de revoluciones se suceden a una velocidad mareante. Los menos de dos minutos que dura ‘To Strike With Secret Fang’ sorprenden, y la siguiente ‘Naqada II Enter The Golden Age’ remarca que Nile continúan en un gran estado de forma, impactando con tremendos fraseos, solos de aúpa, y varios recursos novedosos.
Cuando te preguntas dónde están sus momentos ambientales y arcanos, justo en el ecuador de su décimo álbum aparece ‘The Pentagrammathion Of Nephren-Ka’, para que después ‘Overlords Of The Black Earth’ te despachurre a placer. Es el segundo momento del disco en que aparecen coros limpios, poco habituales, y todavía no sé si me convencen. Desde luego, me apetece mucho más regodearme en el espantoso gutural que toma las riendas después.
The Underworld Awaits Us All es un álbum totalmente Nile, con mastodontes del tamaño de ‘Under The Curse Of The One God’, o temas serpenteantes como el titular, pero he echado en falta ese punto extra de inspiración que sí encontramos en Vile Nilotic Rites. Hacía mucho tiempo que no publicaban un trabajo tan redondo como su anterior obra, y cinco años después no lo han igualado.
Eso sí, el ahora quinteto sigue fiel a sus principios, a sus propios postulados, y si uno los ha seguido todos estos años, es imposible que este álbum le aburra o le parezca un chusco. Gustará más o menos, pero pocos riffs les recuerdo tan claros y accesibles como los que aporta ‘True Gods Of The Desert’, y eso ya es un qué.
En breve podremos comprobar cómo suena todo esto en sus conciertos los días 17 de septiembre en la Salamandra de l’Hospitalet de Llobregat, 18 de septiembre en Rock City de Valencia, 19 de septiembre en la Custom de Sevillla y 22 de septiembre en la Mon de Madrid.
PAU NAVARRA