Obituary van atinando con la producción en sus RedNeck Studios, desde donde ellos mismos se graban en Florida. También Joe Cincotta en la mezcla, porque como su homónimo antecesor, Dying Of Everything vuelve a crujir con un sonido mucho más acorde con el death metal de siempre.
Eso para servidor es una buena noticia, y significa una sólida plataforma desde la que desplegar lo que vendría a ser su Stiff Upper Lip particular. Como si de unos AC/DC del metal extremo se tratasen, asistimos aquí a un cómodo y tranquilo ejercicio de estilo de una formación cuyo nombre y logo son ya tan legendarios que no les queda nada por demostrar y mucho menos justificar. Chicos, salgan y diviértanse.
Tras seis años sin material nuevo, los estadounidenses se recrean en el medio tiempo y reiteran y reiteran unos riffs que, a copia de insistencia y devaneo cervical, acaban siendo de lo más molones y efectivos. ‘Barely Alive’ es un acelerón que no tiene demasiada continuidad en el álbum a excepción del corte título, pero tampoco es que lo eches en falta en estos 45 minutos.
Elegida como uno de los adelantos, en efecto ‘The Wrong Time’ es bastante significativa de todo el plástico. John Tardy inconfundible e infalible, su hermano Donald seguro y sobrio tras los parches, y Trevor Peres y Kenny Andrews a las seis cuerdas, espatarrados, es como si estuvieran de jam en el porche de casa. Sin olvidarse de los punteos de este último que tanto nos chiflan, por supuesto… Y mismo caso en ‘Without A Conscience’, aunque cuente con un momento especialmente demoledor para cualquier cuello, y ‘War’, y ‘My Will To Live’… Van haciendo, con la calma y sin estrés.
Es la vida contemplativa del death sénior. 60 otoños ha cumplido David Austin, ex de Nasty Savage, quien les ha prestado un solo en ‘By The Dawn’, y no hablemos ya de Mariusz Lewandowski y la que probablemente fuera su última portada… De paseo, sin estridencias ni absurdas reformulaciones que, a estas alturas, lo único que seguramente puedan provocarte es una tremenda decepción.
Cuando te atrapa el ritmillo a base de hostias de ‘Torn Apart’ y empiezas a preguntarte dónde están esos bajones de tempo que Obituary suelen clavar, una ‘Be Warned’ cadavérica finiquita el trabajo con esa pizca extra de moho. Como ya me clarea la azotea, a mí me han convencido.
PAU NAVARRA
