A principios de la pasada década Of Mice & Men apuntaban a que podían convertirse en la respuesta americana de Bring Me The Horizon. Por imagen y sonido encajaban de pleno en la ola del metalcore, y fueron de los primeros en incorporar la influencia de Linkin Park para ser más accesibles al gran público, algo que acabarían copiando cantidad de bandas.
Pero la enfermedad y posterior salida de su cantante Austin Carlile -mal gestionada por ambas partes- en 2016, dejó al grupo en una posición muy delicada. Desde entonces, con el bajista Aaron Puley asumiendo también la función de vocalista, han ido tirando hacia delante, pero dejando esa sensación de que su momento había quedado atrás. Y no es que su música haya cambiado tanto, incluso hay quien aprecia que inicialmente ganaran en agresividad y complejidad, pero han perdido ese factor X que les hacía destacar.
Y así llegan a un octavo disco que no es ni mejor ni peor que sus últimos trabajos, pero que tampoco posee un reclamo que lo haga destacar entre la avalancha de lanzamientos que llegan cada semana. Lo curioso es que en un momento en el que Bad Omens o Sleep Token lo están petando, Of Mice & Men tampoco andan musicalmente tan lejos de ellos. Estribillos pop como los de ‘Shiver’, ‘Eternal Pessimist’ o ‘Into The Sun’ no tienen nada que envidiar a lo que ofrecen esas bandas, y además tienen la misma gracia para ensamblar arreglos electrónicos, guitarrazos metaleros y fuerza bruta.
Sin ceñirse a un solo patrón, el cuarteto también es capaz de adentrarse en terrenos más progresivos parecidos a Tool en ‘Enraptured’, jugando con ritmos y cadencias, atropellarnos con ‘Warpaint’ o recuperar el espíritu, una vez más, de Linkin Park en ‘Castaway’ o ‘Indigo’. Como veteranos que ya son, Of Mice & Men manejan a la perfección todos los elementos con los que juegan, encontrando un equilibrio atractivo entre el riesgo y la comercialidad, pero les falta dar con la tecla para elevarse a otro nivel.
DAVID GARCELL
ENTREVISTA BONUS TRACK CON… AARON PAULEY (voz, bajo)
Tether lleva publicado unas semanas, ¿estás contento con la respuesta que ha recibido hasta ahora?
«Oh, desde luego. A los fans les está gustando mucho y eso nos da mucha energía».
En cuanto al sonido, Tether parece vinculado al anterior Echo, pero dando un paso adelante. ¿Qué es necesario para superarse en ese aspecto?
«Para nosotros, pasa por explorar nuevos sonidos, nuevas temáticas para las letras y descubrir nuevas cosas sobre la creación de música que nos emocionen».
Habéis producido el disco vosotros mismos. ¿Cuáles son las ventajas de no tener un productor externo?
«Conlleva sus retos, pero nos permite explorar completamente ideas sin estar pendientes del tiempo o el presupuesto de un estudio ajeno».
Estas canciones parecen surgir de un lugar más introspectivo. ¿Qué tenías en la cabeza cuando empezaste a componer?
«Creo que a nivel de letras, este álbum es una carta de amor a nuestras familias y a quienes nos importan. Está muy inspirado en nuestras vidas y en la pérdida de seres queridos, pero siempre trato de escribir de manera que el oyente sea el «yo» en lugar de yo».
Algunas partes me recuerdan a Linkin Park. ¿Cómo de importante fue esta banda para vosotros? ¿La consideráis una de las bandas más influyentes de la música moderna?
«Son muy importantes, y no solo musicalmente. Cuando giramos con ellos, nos guiaron mucho y nos enseñaron lo que significa darlo todo en la creación de algo que alivia el sufrimiento de los demás».
Vivimos en un mundo muy competitivo. ¿Cómo encontráis el equilibrio entre los objetivos artísticos y los comerciales?
«Nos centramos únicamente en los objetivos artísticos. Siempre hemos sentido que si creamos música de manera totalmente honesta, encontrará al público adecuado».
Una de mis canciones favoritas es ‘Indigo’. ¿Podrían explicarme su historia?
«Era una pieza instrumental que estuvo en el Dropbox por un tiempo, porque no estaba seguro de cuáles serían las letras o la voz, y en el último momento, todo se unió. A veces, el viaje artístico es así».
Muchas bandas señalan que salir de gira después de la pandemia es mucho más difícil. ¿Es el panorama tan negro?
«Tiene sus complicaciones, pero honestamente, a mi me llena el corazón estar aquí de nuevo, tocando en directo para las personas que encuentran significado en las canciones».
DAVID GARCELL