Este viernes, 13 de mayo por fin arranca en Bilbao la esperada gira de 40+2 aniversario de Bad Religion en la que recorrerán la Península acompañados por bandas como Suicidal Tendencies, Millencolin o Pulley. Una excusa perfecta para invitar a su guitarrista Brian Baker a una de nuestras OId Skool Interviews.
Durante mucho tiempo Brian Baker era algo así como el Ronnie Wood de Bad Religion; un guitarrista con un currículum impresionante a sus espaldas, pero que al incorporarse a una formación clásica, a ojos de los fans y de sus propios compañeros, seguiría siendo ‘el chico nuevo’ durante varias décadas. Sin embargo, con la salida de Greg Hetson en 2013, y con Brett Gurewitz siguiendo con su papel en la sombra, Baker ha adquirido el peso y reconocimiento, que posiblemente merecía mucho antes, al lado de los fundadores Greg Graffin y Jay Bentley.
En cualquier caso, no va con el carácter de Baker ponerse medallas o lamentarse públicamente. Al fin y al cabo, sabe que unirse a Bad Religion en 1994 es lo mejor que le ha pasado en la vida.
¿Cómo descubriste el punk rock?
BRIAN BAKER “Cuando tenía 12 años, mi padre consiguió un nuevo trabajo y nos mudamos de Washington D.C. a Detroit. Pero dos años y medio después volvimos, y todos mis viejos amigos del colegio se habían vuelto punks (risas). A esas edades, dos años es mucho tiempo. Mientras yo había estado fuera, ellos habían descubierto el punk, pero yo llegué con mi pelo largo y mis camisetas de Journey y Van Halen (risas). Pero rápidamente mis amigos me descubrieron esa nueva música, y me enganché al momento. Me mostraron el camino (risas). Así que toda a culpa es suya (risas). De hecho, Michael Hampton, mi compañero en Fake Names, es el mayor responsable de descubrirme el punk rock”.
¿Cuál fue la primera banda punk de la que te enamoraste?
“The Damned fueron los primeros, pero había otras, como The Clash. Los Sex Pistols no me gustaban tanto. Con 15 años, no entendía las letras. Eran demasiado ingleses para mí (risas). Otra banda que tuvo un gran impacto en mí fueron Discharge. Eran super crudos y daban miedo. Esos primeros discos de Discharge me siguen pareciendo geniales”.
¿Qué sientes cuando la gente habla de Minor Threat, Dag Nasty o Bad Religion en los mismos términos que tú te sientes respecto a Discharge o The Clash?
“Es increíble. Solo puedo sentirme agradecido. Me siento muy orgulloso. Pero lo más importante es darse cuenta que nada de esto hubiera ocurrido si a la gente no le hubiese gustado la música. Me hace sentir muy bien haber tenido ese impacto en las vidas de la gente. Solo espero poder seguir este camino que empezamos hace tantos años y seguir haciendo feliz a la gente. Además ¿cuál es la alternativa? Es demasiado tarde para hacer otra cosa (risas)”.
«Creo que siendo realistas, hasta 2023 no nos plantearemos grabar nada nuevo» BRIAN BAKER
Después de dos años de espera, por fin podréis celebrar la gira de 40 aniversario como estaba previsto.
“Sí, tenemos muchas ganas. Es lo que más queríamos, pero queríamos que fuera de manera segura. En Estados Unidos, entre ola y ola, fuimos capaces de salir de gira, y fue genial poder ver de nuevos a los fans”.
Sí, girasteis junto a Alkaline Trio. ¿Cómo os fue?
“Bueno, tuvimos que acortar la gira porque algunas personas se contagiaron, y como Bad Religion es una banda que hace caso a la ciencia, decidimos irnos a casa, y esperar tres semanas para retomar las fechas que quedaron pendientes. Fue duro porque fuimos muy cuidadosos, pero aún así nos pilló. Cuando tocas para miles de personas, no todo el mundo va a llevar mascarilla. Nosotros los primeros porque no puedes cantar con mascarilla. Al final pudimos salvarlo, pero fue una pena porque eran nuestros primeros conciertos en mucho tiempo. En prácticamente dos años solo nos habíamos visto para hacer los streamings”.
Te iba a preguntar por ellos. Me impresionó mucho lo que hicisteis, tocando temas de toda vuestra carrera, algunos realmente oscuros. ¿Cómo fue el proceso de aprenderse tanto material? Realmente os currasteis unos repertorios que nadie esperaba.
“En un principio íbamos a hacer cuatro conciertos tocando los temas favoritos de público. A veces cuando intentas experimentar tocando canciones más viejas, no suenan del todo bien. Y eso iba a retransmitirse, así que no queríamos cagarla. Pero al final, pensamos que sería divertido incorporar canciones que la gente nos pide y que nunca tocamos. Así que nos pusimos a ensayarlas como si fueran canciones nuevas, y salió muy bien. Después del éxito de los cuatro primeros episodios, decidimos hacer cuatro más. Por suerte llevamos tanto tiempo que tenemos un montón de temas que la gente quiere escuchar, así que aún escarbamos más, y ahí es donde las cosas empezaron a volverse extrañas (risas). Ahí es donde sacamos los pianos (risas). Es como cuando ves a una banda con un montón de músicos en el escenario. Me encantan Green Day, pero ahora vas a verlos y son como diez músicos (risas). ¡Y ahora lo entiendo! Necesitas ayuda para tocar según qué cosas”.
¿Hubo alguna canción que os resultara especialmente difícil?
“’Walk Away fue imposible. La salvamos para el streaming, pero cuando tocamos con Alkaline Trio, la ensayamos, pero no podíamos tocarla. Así que decidimos dejarla de lado. No sé por qué, pero a veces estas cosas no tienen explicación”.
¿Y tú apretaste para que tocarais alguna canción en concreto?
“Quería que tocásemos ‘Finite’, que es más reciente. No sé si es de New Maps Of Hell o de The Empire Strikes First (en realidad es un bonus track de The Dissent Of Man – ndr.), pero me encanta. Es como una balada con un solo de guitarra cojonudo. Intenté convencerles, pero al final en la votación quedó fuera. Tenemos como 300 canciones de las que elegir, así que no siempre puedes ganar”.
¿Habéis aprovechado la pandemia para componer nuevo material?
“Bueno, sacamos un disco en 2019 que pienso que era muy bueno, y la idea era haberlo presentado durante 2020, pero no pudimos. Sé que Brett y Greg siempre están componiendo, pero creo que antes de hacer un nuevo disco queremos darle otro empujón a Age Of Unreason. Creo que siendo realistas, hasta 2023 no nos plantearemos grabar nada nuevo. Lo bueno de Bad Religion es que tenemos una perspectiva global, no solo nos cagamos en Donald Trump, es algo más sofisticado. Ahora el mundo está tirando hacia la extrema derecha fascista, y la pandemia todavía ha puesto de relieve la explotación que sufre muchísima gente. Desde luego hay muchas cosas sobre las que escribir”.
Antes decías lo de los músicos extras en las bandas, y leyendo vuestra biografía, Haz Lo Que Quieras, ahí cuentas que en 1994 R.E.M. te ofrecieron ser guitarrista de directo en la gira de Monster, pero preferiste unirte a Bad Religion. ¿Cómo crees que hubiera sido tu vida de haber tomado el otro camino?
“En parte lo sé. Me encantan R.E.M. y son muy buena gente. Pero cuando les dije que no, les recomendé a mi amigo Nathan December, y le dieron el puesto, Así que él me iba contando como era la vida en carretera con ellos. Estuvo varios años en ese puesto, así que sé lo que me estaba perdiendo, parecía muy divertido. Pero cuando accedes a ese tipo de trabajo, no dejas de ser un miembro secundario, no es algo tan creativo. Tengo un amigo que toca con Sting, y me encantaría tocar con Sting, pero de nuevo, tendría un papel secundario. En cualquier caso me siento agradecido de que me ofrecieran tocar en Bad Religion, porque R.E.M. se separaron, y Bad Religion todavía sigue aquí. Ojalá hubiera podido hacer las dos cosas, pero creo que acerté en mi decisión”.
¿Cuánto tiempo te llevó sentirte que realmente eras parte de Bad Religion?
“Un par de años. Ellos se conocían de siempre. Yo conocía a Greg Hetson, pero al resto apenas. Nos habíamos visto, pero no éramos amigos. Así que me costó un par de años sentir que también era mi banda. Aunque sigo siendo el chico nuevo (risas). Aunque ahora haya miembros que han entrado después que yo, yo sigo siendo el chico nuevo después de 27 años o los que sean (risas)”.
Al menos desde fuera, parece que Jay Bentley sea el que es más abierto, y Greg Graffin el más cerrado. ¿Cuál fue tu experiencia cuando entraste en la banda?
“No es exactamente así, solo son personas distintas. Greg es Greg. Greg es divertídisimo y es fácil acercarte a él, pero no es una figura pública. Jay es capaz de hablar con cualquiera, le gusta estar en las redes sociales y compartir sus ideas. Greg es un profesor empollón que vive en una granja en Nueva York, y no le importa comunicarse tanto. Pero los dos son igual de divertidos”.
En el libro también cuentas que fuiste miembro de la primera formación de Samhaim, con Glenn Danzig. La verdad es que es un dato que no recordaba o ni siquiera sabía. ¿Cómo fue todo aquello?
“Sí, fue algo muy breve. Cuando Minor Threat se acabó, quería formar una nueva banda, así que pensé llamar a mis músicos favoritos. ¿Qué tenía que perder? Y creo que Misfits también lo habían dejado, así que llame a Glenn Danzig para ver si querría hacer algo juntos, y me dijo que sí. Y entonces pensamos en llamar a Chuck Biscuits porque era nuestro batería favorito, y lo hicimos, pero no podía. Recuerda que entonces éramos unos chavales, teníamos como 19 años. Así que no era como, ‘Voy a llamar a Glenn Danzig’, sino, ‘Voy a llamar a Glenn’. La escena punk era pequeña, y nos conocíamos todos. El caso es que Glenn tenía pensado el nombre de Samhain, quedamos para ensayar, pero pronto se dio cuenta de que no nos necesitaba (risas). Glenn podía hacer lo que quisiese sin tener que aguantar a un listillo de Minor Threat (risas). Así que realmente no hice nada serio con ellos, estaba fuera del grupo antes de que grabasen nada. Glenn es un genio, soy muy fan de su trabajo, y siempre me he llevado bien con él. Es otra historia de mi loca vida que contar (risas)”.
Es curioso que Minor Threat y Misfits salierais de la misma escena. ¿Cómo era la relación entre ambos grupos siendo tan distintos?
“Como te decía era una escena pequeña. No era algo que se publicitara, no se hacía por dinero. Eran bandas teniendo experiencias, no eran productos. Aunque Misfits y Minor Threats éramos muy diferentes, tenía mucho sentido que tocáramos en los mismos conciertos porque lo hacíamos para una comunidad muy pequeña a la que le gustaba esa música. Quizá 100 personas en Detroit, algo más en California, pero seguían siendo escenas muy, muy pequeñas. Por eso nos conocíamos todos”.
Al contrario que Misfits, Minor Threat nunca habéis jugado la carta de una gira de reunión. ¿Qué te pasa por la cabeza cuando los ves a ellos tocando en estadios?
“Su reunión no me molestó, no tengo un problema con la mayoría de reuniones. Creo que es una oportunidad para la gente que nunca tuvo la oportunidad de verlos. Y si Misfits tienen suficientes fans para llenar el Madison Square Garden, adelante. Estuve en el primer show que hicieron en el Riot Fest y fue genial, porque sonaban mucho mejor que en su época. La banda era mucho mejor, quiero decir, tenían a Dave Lombardo a la batería (risas). Te aseguro que cuando éramos unos chavales, eran terribles, era solo ruido (risas). Pero en el caso de Minor Threat no tendría sentido. No puedes reunir a Minor Threat. Lo que hicimos fue relevante entre 1980 y 1983, pero no funcionaría después. En cambio, Misfits han trascendido a su época, pueden seguir el tiempo que quieran. Son cosas muy distintas”.
Para terminar, ¿cuál es la camiseta más vieja de otra banda que todavía conservas?
“No guardo muchas cosas viejas porque me he movido mucho. Además cuando tienes 16 años tampoco te preocupas mucho por guardar cosas. Tenía una camiseta de Black Flag, solo con las tiras en la que ponía No Values en lugar de Black Flag. La usé hasta que se cayó a trozos. Quizá la más antigua que tenga es una promocional del primer disco de Danzig del 88. Me va un poco grande, pero todavía me la pongo. Pero todo lo de mi adolescencia se fue a la basura. Lo siento (risas)”.
JORDI MEYA
Puedes ver a Bad Religion en las siguientes fechas:
13/05/2022 – Barakaldo (Bilbao) – Bizkaia Arena Bec
14/05/2022 – Lisboa – Sala Tejo – Altice Arena
15/05/2022 – Málaga – Sala París15
18/05/2022 – Valencia – Sala Repvblicca
20/05/2022 – Barcelona – Poble Espanyol
21/05/2022 – Madrid – WiZink Center
22/05/2022 – Santiago de Compostela – Multiusos Fontes do Sar – C.D. Santa Isabel
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