No todo los días se tiene la oportunidad de hablar no con un uno, sino con dos miembros de una de las bandas fundamentales para entender el punk y el hardcore melódico tal y como lo conocemos. Con ustedes, Milo Aukerman y Bill Stevenson de Descendents

Descendents han lanzado hoy, 23 de julio, su nuevo disco, 9th & Walnut (Epitaph). Aunque en realidad no es nuevo, sino el más viejo de todos, ya que sus canciones preceden a las de su primer EP publicado en 1981. Pero bueno, es nuevo porque presenta grabaciones de esos temas primerizos realizadas en 2002, aunque Milo Aukerman no les puso su voz hasta el año pasado. Puede parecer un lío, pero lo importante es que el disco tiene la ventaja de tener un valor histórico, pero también de contar con una calidad de sonido inalcanzable a finales de los 70 por cuatro chavales de instituto.

Podríamos hablar de 9th & Walnut como un acto de amor hacia su propio pasado, pero sobre todo es un homenaje póstumo a Frank Navetta, guitarrista original del grupo que pudo participar en su grabación, pero desgraciadamente no llegó a escucharlo terminado, pues falleció en 2008.

Hace unos días, gracias a una triple conexión Barcelona-Delaware-Colorado, pudimos conocer la intrahistoria de esta pieza de arqueología punk de la mano de sus protagonistas.

¿Como os sentís respecto a las canciones de este disco? ¿Son como reliquias o las veis como algo nuevo?
MILO AUKERMAN (voz) «Para mí fue una oportunidad de volver a conectar con dos miembros originales del grupo que fueron muy importantes en sentar las bases de lo que sería Descendents. Son temas atemporales. Las podríamos haber sacado hace diez años y nos gustarían de la misma manera».

Empezasteis a trabajar en este proyecto hace casi 20 años. ¿Por qué os llevó tanto tiempo completarlo?
BILL STEVENSON (batería) «No hay una razón, en realidad. Éstas son las primeras canciones que tocamos en directo. Pero cuando pasado el tiempo aprendimos a tocar y a ser una banda, estábamos hartos de estos temas y los dejamos aparcados. Cuando Milo se unió al grupo en 1980 tocábamos quizá la mitad de estos temas, pero el resto eran nuevas cosas que hicimos con él. Nunca llegamos a grabarlas porque no nos interesaban. Pero en 1996 cuando grabamos Everything Sucks, invitamos a Frank (Navetta) y Tony (Lombardo) a tocar en un par de temas, y Tony sugirió grabar todas nuestras primeras canciones. Nos pareció una buena idea, pero no lo hicimos hasta 2002. Y en ese momento Milo estaba muy centrado en sus estudios de bioquímica, y no tenía demasiado interés en trabajar en canciones viejas. Así que no fue hasta el año pasado en que Milo grabó las voces y yo lo mezclé. Como por el COVID no podíamos salir de gira, fue el momento perfecto para terminarlo de una vez».

Milo, ¿por qué te decidiste finalmente a grabar las voces el año pasado? ¿Fue por aburrimiento?
MILO «Para empezar, como decía Bill, en 2002 yo estaba centrado en la ciencia, así que no quería distraerme con eso, aunque las canciones me molaban. Y luego empezamos a girar más y a centrarnos en escribir temas nuevos. Pero cuando llegó el COVID, grabamos todos los temas nuevos, pero yo estaba con ganas de grabar más, así que decidimos recuperar los temas de Frank y Tony».
BILL «Realmente es una pasada lo que hiciste. Lograste que sonaran geniales».

Foto: Edward Colver

«Quizá nuestra principal influencia es que al no encajar, destacamos más. Y cuando destacas, acabas sonando distinto, lo cual es bueno»
MILO AUKERMAN

Dado que nunca las habíais grabado, cuando lo hicisteis en 2002, ¿recordabais todos los acordes y melodías, o improvisasteis algunas cosas?
BILL «No, lo recordábamos todo. Piensa que son las primeras canciones que tocamos juntos. Nunca las olvidaré. No le dimos demasiadas vueltas, las grabamos tal y como las tocábamos entonces, en 1978, 1979. Y teníamos algunas cintas de mierdas grabadas en el local de ensayo que podíamos usar como referencia».

Para mí lo más sorprendente es que, a pesar de tratarse de vuestras primeras canciones, la esencia de la banda ya está ahí. ¿Sentías hace 40 años que estabais haciendo algo distinto o original?
BILL «Teníamos 15 años, no pensábamos en nada de eso. Nunca pensamos en el impacto que tendría el grupo o si lo que hacíamos tenía algún valor; sólo nos gustaba tocar juntos».

El título del disco, 9th & Walnut, es la dirección donde se encontraba vuestro primer local de ensayo. Describidme cómo era ese sitio.
BILL
«Ésa era la casa de la hermana de Frank, Marie, y su hermano, Joe. El local estaba separado de la casa, en el jardín. Frank y sus hermanos tenían un grupo, así que ahí tenían su equipo. Se llamaban The Pagan Babies. Era un sitio bastante oscuro, lleno de trastos…».
MILO «¿Forrasteis las paredes con moqueta?».
BILL «No recuerdo que hubiera moqueta. Nosotros no hicimos nada, todo estaba tal y como lo tenían The Pagan Babies».

¿Con qué frecuencia ensayabais?
BILL «Sólo los fines de semana porque íbamos al instituto. Nos tenían que llevar nuestros padres en coche. A veces nos dejaban el viernes por la noche y nos recogían el lunes para ir a la escuela».

En el disco hay una versión de ‘Glad All Over’ de Dave Clark’s Five. ¿Tocabais otras versiones?
BILL «Sólo tocábamos ésa. Tony fue el que quería tocarla. Solíamos hacer una intro muy larga, como hacía The Alley Cats. Eso es lo que recuerdo».

Milo, ¿cuál fue tu primera impresión del grupo cuando te uniste a ellos?
MILO «Eran mi banda favorita. Le compré su primer single a Bill, porque íbamos a la misma escuela. En ese momento ya no ensayaban en 9th & Walnut, sino en una iglesia en Hermosa Beach, y fui a verles, y tocaban un montón de estas canciones. Cuanto más los escuchaba, más me gustaban. Como te decía, se convirtieron en mi banda favorita. ¡Mola mucho unirte a tu banda favorita!».

¿Cómo era Bill en el instituto?
MILO «Bill ha cambiado mucho, ahora es como un cachorro. Siempre fue un buen tío, pero en la banda era el líder absoluto, le gustaba mandar. Ahora es todo más democrático».
BILL «Yo creo que el que tuvo una infancia y una juventud más salvaje fue Stephen (Egerton). Ahora es mucho más estable. Para mí Milo no ha cambiado. Soy muy consciente de lo tolerante que has sido con todos mis cambios. No quiero ni empezar a decirte lo mucho que valoro tu amistad. Todas las burradas que hacía, las canciones que escribía… Hice un montón de cosas idiotas, y tú encontraste la manera de parodiar lo que hacía y convertirlo en algo guay. Pienso en ‘Pep Talk’… Era mi ‘fase Billy Idol’, pero escribiste esas letras que encontraban el humor en las modas ridículas que yo quería seguir».

Milo ¿cuál crees que fue tu principal contribución al grupo? ¿Más melodía?
MILO «No, no tenía ningún sentido de la melodía entonces. No era realmente un cantante, sólo gritaba. Supongo que eso explica que muchas de estas canciones no aguantaran mucho tiempo cuando yo me uní, porque eran demasiado melódicas para que yo supiera cantarlas. Pero ahora cuando tuve grabarlas, me fue mucho más fácil (risas). Yo diría que aporté una energía más nerdy, el geek factor (risas). Estaba enamorado de Black Flag y Germs, así que quizá aporté un rollo más punk también. Las melodías llegaron bastante después».

Antes has mencionado que previo a 9th & Walnut habíais grabado temas nuevos. ¿Tenéis ya listo vuestro próximo disco?
BILL «Tenemos como 18 temas grabados, pero seguimos trabajando en el disco. Stephen y Milo escribieron un montón de temas, y yo escribí algunos. Pero siempre me cuesta terminar mis temas. Si miras nuestra historia, he escrito algo así como un tema por año».
MILO «Pero son siempre los mejores temas del disco. Por eso siempre te insisto que escribas más».
BILL «No no sé si creerte. Pero bueno, el 85% del disco nuevo está hecho. Es mi culpa que no esté terminado del todo».

Aunque no tengáis nada que ver, Descendents siempre me habéis parecido como los Van Halen del punk, en el sentido que la música es elaborada y va por un lado, mientras que la voz hace algo completamente distinto. Milo ¿Te costó encontrar tu espacio en el sonido del grupo?
MILO «Supongo que tienes razón. Para cualquier cantante que llega a un grupo que ya tiene si propio material, no es fácil encontrar tu sitio. Por ejemplo ‘Ride The Wild’ no la tocamos durante mucho tiempo porque no encajaba con mi manera de cantar».
BILL «Las cosas evolucionaron cuando Milo entró. Muchas cosas antes se hicieron teniendo en cuenta que Frank tenía que cantar y tocar a la vez. Tenía que hacer dos trabajos a la vez. Y Tony también cantaba los temas que escribía. Pero una vez entró Milo, los dos pudieron tocar con más intensidad. Tony empezó a escribir líneas de bajo más elaboradas y melódicas, y Frank empezó a rasgar hacia abajo con más fuerza, al estilo de Black Flag o The Alley Cats. Milo trajo una agresividad que no teníamos antes».

¿Sentís que cambiasteis el rumbo del punk rock, al menos en California?
BILL «Es una pregunta complicada de responder brevemente porque nosotros estábamos influenciados por muchas bandas: X, Germs, Black Flag, Fear, Screamers, Ramones, The Alley Cats, Buzzcocks… Así que me resulta difícil hablar de nuestra influencia en otros. Íbamos a ver esos grupos cualquier viernes por cinco dólares… y era pura magia».
MILO «Personalmente nunca sentí que encajáramos en la escena punk y hardcore de entonces. Quizá nuestra principal influencia es que al no encajar, destacamos más. Y cuando destacas, acabas sonando distinto, lo cual es bueno».

¿Cuándo notasteis que se os empezaba a valorar?
BILL «Hace cinco años (risas)«.
MILO «Fue un crecimiento muy lento. Creo que no fue hasta los 90 que me di cuenta que a la gente todavía le gustaba nuestra música. En los 80, estábamos de gira, y veíamos que teníamos algunos fans, pero no teníamos ni idea si sería algo que perduraría».
BILL «También porque cambiaba mucho de ciudad en ciudad. En Nueva York o Los Angeles podíamos meter 700 personas, pero luego te ibas a Lincoln, en Nebraska, y venían 70. Así que nunca pensamos que seríamos populares de verdad. Personalmente nunca, nunca, nunca, lo pensé. Quizá la primera vez fue en el Caffeine Nation Tour en… 1997 ¿verdad Milo?».
MILO «Sí, fue en el 97».
BILL «Incluso la primera gira de Everything Sucks con The Bouncing Souls y Swingin’ Utters no eran conciertos muy grandes. Pero realmente no sentí que éramos una banda grande hasta que saltamos al escenario del Fun Fun Fun Festival en noviembre de 2010. ¡Fue una pasada! Había miles de personas y se sabían todas las canciones. No me lo podía creer».

Es extraño que incluso en plena explosión punk a mediados de los 90, Bad Religion sonaran en las radios y en MTV, pero a vosotros se os ignoró.
BILL «Quizá fue algo positivo, porque si nunca estás de moda, nunca pasas de moda».
MILO «Y de todos modos, aunque no se nos prestará mucha atención, ya era mucha más de la que se nos prestaba en los 80. Yo quería ser parte de esa escena, y a nuestra manera lo conseguimos. Aunque recuerdo que en esa época siempre nos preguntaban que por qué no éramos tan grandes como Green Day. Pero éramos bandas distintas. En cualquier caso estamos agradecidos por todo lo que hemos conseguido».

JORDI MEYA