Cinco años de silencio en el mundo de la música actual puede parecer una temeridad por si la gente decide olvidarse de ti. Por suerte, cuando haces algo tan grande como lo que realizan los barceloneses Ósserp es muy difícil que eso ocurra.
La noticia saltó el pasado mes de julio cuando nos anunciaron que después del inmenso Al Meu Pas S’Alça La Mort, volvían con un nuevo disco bajo el brazo grabado en Estudi:Labedoble por el inefable Aleix Archs. Dream team del metal extremo catalán, vamos.
Con todos estos elementos a favor no es de extrañar el resultado: sin duda estamos ante el mejor disco de Ósserp y para mí uno de los mejores del año a nivel estatal. En palabras de la propia banda este álbum trata “sobre la insignificancia del hombre en el universo”. Y este ‘nuevo canto’ anunciado por la Sibila, esa sacerdotisa de la mitología grecorromana encargada de anunciar todos los oráculos de los Dioses, profetiza la llegada del fin del mundo. Nada nos puede sonar a raro en los tiempos que corren, ¿verdad?
La inicial ‘Cavalcant L’Ossa Menor’ nos permite empezar a transitar por ese apocalipsis pronosticado a través del death grind marca de la casa del grupo. Pero es a partir de ‘Tot Crema’, ‘L’Engany’ o ‘El Pes Del Buit’ cuando empezamos a notar realmente ese peso vacío del cosmos sobre nuestros hombros. Todo esto gracias al increíble currazo que se han marcado Dani y Ben a las guitarras y las voces absolutamente demoledoras de Vali y Xavier. Porque estos años de ‘silencio’ también han permitido que el sonido de la banda se enriquezca con algunos momentos más industriales o con muchas armonías y atmósferas típicas del black que podemos apreciar en cortes como ‘Lluna Negra’. ¡Qué preciosidad, amigos!
Ósserp han vuelto por la puerta grande para anunciarnos el fin del mundo. A mí, sinceramente, me parece un planazo que este Els Nous Cants De La Sibil·la sea su banda sonora y que mientras suene ‘La Rèmora’ todo estalle y el universo nos engulla de una puta vez. No se me ocurre mejor final.
KARLES SASTRE