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PALLBEARER – ‘Mind Burns Alive’

Destaca por su belleza, pero también por su capacidad para generarte pesadillas.

Se hace un poco extraño todavía seguir refiriéndonos a Pallbearer como una banda de doom. Si bien todavía conservan el gusto por la lentitud y hacer del silencio entre las notas, alargándolo sutilmente más allá de lo que esperas, todo un arte, a lo largo de los años el rock progresivo ha ido ganando cada vez más terreno.

Mind Burns Alive, su quinto trabajo, es un paso más en esta evolución, lo cual para nada es un reproche, pues al cuarteto de Arkansas se le nota realmente inspirado y a gusto en este sonido. Lo comprobamos de inmediato en la inicial ‘Where The Light Fades’, con arpegios de guitarra limpia y donde reaparecen esos toques de sintetizador setenteros de su anterior, e igualmente recomendable, Forgotten Days de 2020. Aún mejor es ‘Mind Burns Alive’ en la que los riffs crujientes de guitarra y una base pesada hacen de contrapeso a la susurrante voz de Brett Campbell en las estrofas, y que culmina con un extenso solo de guitarra celestial por parte de Devin Holt.

Es este equilibrio entre la elegancia melódica, casi reverencial, y sus tendencias más heavies las que hacen de esta una obra que destaca por su belleza, pero también por su capacidad para generarte pesadillas, las mismas que durante mucho tiempo han atormentado a Campbell y que poco a poco ha logrado ir mitigando.

Salpicado por pequeñas sorpresas como esos saxos lejanos de jazz en ‘Endless Place’, la austeridad casi slowcore de ‘Daybreak’ que de golpe se llena de distorsión, o el poderoso aquelarre metálico del final de ‘With Disease’ en el que se invoca a los Black Sabbath primigenios, no este disco en el que te importe disfrutar de las canciones como tales, sino más bien de la atmósfera general que generan en conjunto. Una liturgia de 50 minutos que no hace sino aumentar su culto.

JORDI MEYA