En su papel de último álbum de Pantera, Reiventing The Steel siempre ha quedado como el hermano pobre del repóker que habían iniciado diez años antes con Cowboys From Hell, uno de los últimos golpes de timón que vivió el mundo del metal. Es decir, Pantera fueron probablemente la última banda que consiguió una sacudida efectiva dentro del metal mainstream con una propuesta que si bien no era original en su ingredientes, sí que lo fue en su manera de combinarlos.

Diez años después de Cowboys…, la banda estaba herida de muerte, aunque nunca podíamos esperar que éste fuera a ser el testamento del cuarteto y que viviéramos el final que todos conocemos, con el asesinato de Dimebag Darrell y la incapacidad de su hermano Vinnie de reconectar con Phil Anselmo.
Probablemente ese rango menor que tiene Reinventing The Steel entre los seguidores de Pantera, tiene más que ver con el hecho de que fuera un disco de estilo, en el que Pantera no intentó dar ni un pequeño viraje a su sonido, que con la propia calidad de las canciones. Posiblemente los Pantera del año 2000 no tenían el cuerpo para grandes experimentos, pero sí se sentían seguros del terreno que pisaban.

Tan seguros que fue el primer álbum en el que prescindieron de Terry Date como productor, siendo, seguramente, el que ha aguantado mejor el paso del tiempo en cuanto a producción. Sin florituras, pero perfecta para un disco de metal. Los momentos álgidos son muchos, y Dimebag estaba en un estado de forma impresionante creando riffs, que si bien no tienen la categoría de clásicos como ‘Walk’ o ‘I’m Broken’, no se puede negar que los de temas como ‘Goddamm Electric’, ‘Revolution Is My Name’ o ‘Yesterday Don’t Mean Shit’ están entre lo mejor que hizo nunca.

Pero entrando ya en esta reedición en sí, el material extra no deja de ser menor. Además de la obligada remasterización del álbum original, lo más curioso es que hay una nueva mezcla hecha por ¡Terry Date!, pero ni esto ni las versiones de Black Sabbath (‘Electric Funeral’) o Ted Nugent (‘Cat Scratch Fever’) que ya habían sido editadas, ni mucho menos unos primerizas versiones de los temas en forma instrumental, justifican un triple CD.

Revisar Reinventing The Steel 20 años después sirve para refrescarnos lo gran disco que fue y sigue siendo, y que para nada debe ser visto como un álbum menor dentro de la discografía de Pantera, pero es una pena que algunas de estas ediciones de aniversario aporten tan poco valor añadido al álbum original.

RICHARD ROYUELA