Para huir de la alienación de tu día a día como ser humano a veces necesitas atravesar fronteras que jamás habrías imaginado. La propuesta musical de los franceses Plebeian Grandstand ha cruzado hace tiempo esa frontera sensorial que pensabas imposible y te transportan a un universo único y extracorpóreo.
Es el cuarto trabajo de estos dementes procedentes de Toulouse, primero para el sello Debermur Morti, más laberíntico y más experimental que sus anteriores Lowgazers y False Highs, True Lows. El peso del hardcore queda en un segundo plano en este Ríen Ne Suffit, más escorado al noise y la disonancia avantgarde black metal. Es imposible no citar a bandas como Imperial Triumphant o Deathspell Omega para entender de qué estamos hablando. Esta deriva comparte protagonismo con los coqueteos con la electrónica y noise más retorcidos.
Disonancias, estructuras imposibles y mucha desesperación existencial es lo que podemos escuchar en Ríen Ne Suffit, un artefacto sonoro peligroso no apto para almas cándidas. Ahí tienes canciones exasperantes como ‘A Droite Du Démiurge, À Gauche Du Néan’, ‘Part Maidite’ o ‘Rien N’y Fait’, en esta última incluso se atreven a introducir algún arreglo de vientos y clara muestra de su apuesta por acercarse a ese avantgarde de riffs afilados y discordantes, acercándote, sin dilación, a la disonancia cognitiva, a perderte en tu marasmo de contradicciones emocionales.
En otras ocasiones, van más allá del interludio entre canciones y se sumergen de manera excesiva, para mi gusto, en el noise; como en los gritos de desesperación, y cadencia lenta, de los casi 8 minutos de ‘Espoir Nuit Naufrage’ o la introductoria ‘Masse Critique’, más corta y efectiva.
Sin embargo, encontramos en ‘Jouis, Camarade’ la confluencia perfecta entre las dos almas que forman este disco, una auténtica gozada en la que se muestran en un estado de gracia difícil de igualar en esa simbiosis entre metal y ruido.
Rien Ne Suffit es un álbum en el que los franceses han querido dar una vuelta de tuerca a su sonido, ir más allá. Explorar los vericuetos del ruidismo, de lo que salen más o menos victoriosos, y en sus piezas más metaleras aproximarse sin complejos a propuestas más cercanas al avantgarde black metal. Yo los prefería más cercanos al metal extremo, con esa propuesta de ligero corte hardcore que les había dado popularidad relativa (obviamente en un público especializado y muy minoritario).
Pese a ello, si necesitas una huida hacia adelante, desconectar del mundo que te rodea, experimentar con la violenta propuesta sonora de Plebeian Grandstand te llevará a los márgenes de la cordura ayudándote a conectar con tu lado más oscuro y tenebroso.
JOAN CALDERON