Quien haya venido siguiendo la carrera de los canadienses PUP hasta el momento, sabrá que el tema preferido del cantante Stefan Babcok sobre el que escribir canciones es su propia banda. A lo largo de sus tres discos anteriores hemos sabido de su mala relación con sus compañeros de grupo, de su malestar por estar de gira o de las inseguridades sobre su propio talento. En general, Stefan odia el mundo, empezando por él mismo.
Pero a pesar de que su salud mental parecía destinada a dinamitar el grupo en cualquier momento, al final PUP siempre han logrado tirar adelante y, merecidamente, ir ganando cada vez más seguidores. De ahí que en su cuarto largo, Stefan haya rizado el rizo utilizando la creación del disco como una gran metáfora en la que PUP es una empresa cuyo consejo administrativo va dando directrices sobre qué dirección tomar. Es un punto de vista original y divertido al que el pequeño cantante sabe sacar un gran partido.
El tema de apertura al piano, ‘Four Chords’, que reaparece a lo largo del disco en dos interludios distintos, ayuda a darle un aire conceptual mayor al que posiblemente atribuiríamos si escucháramos el disco sin ellos, pero es justo es lo que te ayuda a entrar de pleno en su película.
Con más tiempo para grabar por la pandemia, y también más recursos, PUP han dado rienda suelta a su imaginación y nos ofrecen un álbum más frondoso en cuanto a los arreglos, más colorista en cuanto a instrumentación, más abierto de registros, pero sin perder este punto descacharrado, chillón, ruidoso y lo-fi, con unas líneas de guitarra que beben más Built To Spill o Pavement que de Blink-182.
También apreciamos la influencia del cancionero de The Promise Ring en la deliciosamente pop ‘Robot Writes A Love Song’, con su envenenada referencia a ‘Black Hole Sun’ de Soundgarden, y la balada ‘Cutting Off The Corners’, pero temas como ‘Matilda’, ‘Totally Fine’, ‘Relentless’, o las desbocadas ‘Waiting’ y ‘Grim Reaping’, reafirman que PUP ya son una banda que ha creado su propia escuela y que, pese a su falta de autoestima, sigue sin dar un paso en falso. Si PUP es una empresa, sus acciones siguen cotizando al alza.
JORDI MEYA