A lo largo de su carrera, Rammstein han sido objeto de muchas polémicas, sobre todo por el carácter explícitamente sexual de algunas de sus letras y sus vídeos, pero en el último mes, diversas informaciones alrededor del comportamiento de su vocalista Till Lindemann en las after parties de sus conciertos, están dibujando una situación mucho más turbia y preocupante.

Todo ellos ha llevado a que, hace unas horas, el batería Christoph Schneider haya emitido un comunicado en el que pide disculpas a sus fans, y aunque recrimina la actitud de su cantante, le desvincula de cualquier acción ilegal.

Todo empezó a principios de junio, cuando varios medios alemanes se hacían eco de varias acusaciones de violencia sexual y abusos de poder por parte Lindemann, a raíz de que una joven irlandesa de 24 años, Shelby Lynn, asegurara haber sido drogada en un concierto en la ciudad de Vilna, en Lituania. La chica interpuso una denuncia a la policía, y explicó que, tras negarse a mantener relaciones sexuales con el cantante, se había despertado al día siguiente llena de moratones.

El portal informativo de la cadena pública ARD también recogía el testimonio de una chica en el que relataba como el cantante la había violado en 2020 hasta hacerla sangrar, o de otra de 21 años que explicaba que, tras un concierto, se despertó en una cama de hotel, donde se había quedado inconsciente, mientras Lindemann estaba abusando de ella.

Más de una docena de mujeres, afirmaron a ARD que habían sido contactadas a través de redes sociales o en conciertos de Rammstein por personas del entorno de Lindemann para acudir a fiestas especiales para las que debían vestirse de forma atractiva.

A raíz de todo esto, la editorial alemana Kiepenheuer & Witsch, anunció que rompía su colaboración con el cantante de quien había publicado tres libros de poemas.

Rammstein se limitó a emitir un breve comunicado en Twitter el que decían: «Sobre las acusaciones sobre Vilna que circulan en las redes, podemos descartar que lo denunciado haya ocurrido en nuestro entorno. No tenemos conocimiento de que se estén produciendo investigaciones oficiales al respecto».

Sin embargo, el pasado jueves, la Fiscalía de Alemania informaba que había iniciado «procedimientos preliminares contra Till Lindemann por acusaciones relacionadas con delitos sexuales y la distribución de narcóticos», según recogía el New York Times. Y acto seguido, Universal Music, la discográfica de Rammstein, anunciaba que suspendía cualquier actividad promocional y de marketing relacionada con sus discos. «Las acusaciones contra Till Lindemann nos han conmocionado y tenemos el mayor respeto por las mujeres que se han pronunciado con tanta valentía en público sobre este caso».

Pese a todo esto, la banda ha seguido con toda normalidad su actual gira europea por estadios, que recalará el próximo 23 de junio en Madrid. Aunque quien sabe si todo esto podría cambiar después de que el batería Christoph Schneider haya decidido hablar públicamente sobre la situación.

Esta es la traducción de su testimonio:

«Me gustaría compartir mis emociones y pensamientos personales con vosotros.

Las acusaciones de las últimas semanas nos han sacudido profundamente como banda y a mí como persona. Y desde luego también a vosotros, los fans. Me siento en estado de shock por las cosas que se han compartido en las redes sociales y en la prensa sobre nuestro cantante. Este es un flujo y reflujo de emociones para nosotros, los miembros de la banda y el equipo.

No, no creo que haya ocurrido nada criminalmente relevante (como el uso de drogas de sumisión química). No. No creo que haya ocurrido nada ilegal. Nunca he visto nada parecido, ni he oído nada parecido por parte de nuestro equipo de 100 personas. Todo lo que escuché de las fiestas de Till es que fueron adultos pasándolo bien juntos. Y, sin embargo, parece que han ocurrido cosas que, aunque legalmente sean correctas, personalmente no creo que estén bien. Ciertas estructuras han crecido más allá de los límites y valores de los otros miembros de la banda. También es importante para nosotros que las fiestas de Till no se confundan con nuestras fiestas oficiales posteriores a los conciertos.

Till se ha distanciado de nosotros en los últimos años y ha creado su propia burbuja. Con su propia gente, sus propios amigos, sus propios proyectos. Eso, desde luego, me entristeció. Creo a Till cuando nos dice que siempre quiso, y aún quiere, hacer que sus invitados privados pasen un buen rato. Sin embargo, cómo exactamente estos invitados habían imaginado que sería, parece diferir en algunos casos de sus propias ideas. Los deseos y expectativas de las mujeres que han dado su testiminio, probablemente no se cumplieron. Según sus declaraciones, se sentían incómodas, al borde de una situación que ya no podían controlar.

Lo siento por ella y siento compasión. Sin embargo, es importante para mí enfatizar algo objetivo: todos los invitados en la zona detrás del escenario pueden irse (es posible que tengan que esperar un momento para que la seguridad los conduzca a salvo a la salida). Todas las botellas están selladas y a la vista de los invitados, recién abiertas o las abren ellos mismos.

Agua y refrigerios están disponibles, al igual que disponen de personal de seguridad y atención médica disponible en cualquier momento. ¡Queremos que todos nuestros invitados se sientan cómodos y seguros con nosotros! Este es nuestro estándar. Así que lamento escuchar que algunas personas no se sintieron de esa manera.

¡Tenemos los mejores fans del mundo y todos merecen ser tratados con respeto! Lo siento por cualquiera que no fuera tratado con amabilidad o se sintió inseguro detrás del escenario con nosotros.

También en el caso de Shelby, se merecía un gran concierto y una velada maravillosa.

Pero no quiero que toda esta disputa pública sobre nuestra banda alimente los extremos: ni la bestia de las redes sociales, que aún no ha sido domesticada por nuestra sociedad, ni las tendencias paternalistas que niegan a las mujeres veinteañeras la capacidad de tomar decisiones por ellas mismas sobre su sexualidad, y tampoco, de ninguna manera,  quiero culpabilizar a las víctimas, para que las personas puedan seguir hablando de esto si les pasó algo.

Deseo una reflexión y un procesamiento tranquilo y sensato, también en nuestra banda.

Y todos juntos, los seis. Permanecemos juntos.

Vuestro, Christoph Schneider».

Si eres víctima de abusos, llama al 016, teléfono de atención a las mujeres víctimas de violencia de género.