Tres años después de aquel regreso tan inesperado como celebrado titulado Interiors, Quicksand publican otro buen disco de rock alternativo para el sello Epitaph. Producido por el solicitadísimo Will Yipp (Tigers Jaws, Nothing, Code Orange), el presente Distant Populations sigue la estela del anterior, confirmando así una interesante evolución que no ha pasado desapercibida.
A diferencia del anterior, aquí encontramos un puñado de temas muy directos, con riffs machacones y baterías atronadoras. Ya no suenan como en aquella dupla para enmarcar formada por Slip y Manic Compression, de 1993 y 1995 respectivamente, pero Walter Shreifels y compañía recuperan en cierto modo la pegada de esa primera etapa con temas de esos que no hacen prisioneros como ‘Inversion’, ‘Colossus’, ‘Katakana’ y ‘EMDR’.
Para los que se aproximan por primera vez a esta banda formada en 1990, merece la pena recordar que sus miembros llevan el hardcore de la vieja escuela en los genes. No en vano tocaban en algunas de las bandas más importantes del género y de la subcultura ‘youth crew’ como Gorilla Biscuits, Youth of Today, Beyond y Burn, por citar solo unas pocas. Con su primera referencia este supergrupo del underground neoyorquino fueron metidos en el cajón del post hardcore, el de Fugazi y Jawbox, pero se diferenciaban por cierto ramalazo posgrunge y tintes metálicos. Publicaron los dos trabajos citados más arriba y varios EP y aparcaron el proyecto en 1999 sin acabar de explotar más allá del circuito alternativo. Walter fundó Rival Schools y el resto de miembros siguió tocando en otras bandas como Seaweed y Deftones.
La segunda etapa de los protagonistas de esta reseña, que arranca más de dos décadas después, parece marcada por la marcha de su guitarra Tom Capone. Muchos echaron de menos su contundencia en el regreso de la banda con Interiors, pero el nuevo sonido del ahora trío no es solo es el resultado de su marcha. El resto decidió seguir como trío y Walter asumió todas las guitarras, lo que podría explicar el medio tiempo ‘Brushed’ y sobre todo la preciosa ‘Phase 90’ recuerden y mucho a sus Rival Schools.
Distant Populations, con el aislamiento y el distanciamiento social y mental como hilo conductor de un disco marcado por este presente distópico que vivimos, convence a la primera. Y es que en términos generales es un disco más inmediato (dura 32 minutos) y desenfadado que el anterior, más físico que cerebral. Han encontrado el punto justo entre la contundencia de sus primeros trabajos y la querencia por las capas de guitarras y las partes ambientales.
LUIS BENAVIDES