Qué expectación ante lo nuevo de Redshark, y es sólo su primer álbum. La banda catalana ha estado cociendo este asalto a fuego lento, operando desde 2012 y publicando previamente un par de EPs, y si ya apuntaban maneras, con Digital Race confirman todo lo que sospechábamos. Tienen imagen, una mascota atractiva, unas ideas tan claras que les han llevado a fichar por Listenable, y escuchando este disco, canciones… cancionacas.
Irrumpe ‘The Drill State’, y cuando empiezan los duelos de guitarras ya te estás relamiendo. Joder, sí. Velocidad, punteados, heavy a tope, y ese carácter que Pau Correas le imprime a la voz, lejos de esos agudos tan manidos. Los coros les delatan, siempre lo han hecho: a esta gente le va el US metal, aunque hay mucho más.
Efectivamente, de inicio la segunda ‘Never Too Late’ tiene un aire al ‘Between The Hammer & The Anvil’ de Judas Priest que tira de espaldas. Luego ya trota a su rollo, pero es un detalle deliberado, un aviso en plan ‘peña, somos unos nostálgicos y os vamos a dar lo que queréis’. Redshark ataca por donde más duele, así que no es de extrañar que un bombazo oscuro como ‘Digital Race’ me haya recordado brutalmente a Vicious Rumors. Tan mala idea tienen los de Barcelona que Helstar, Savatage, Exciter o Metal Church también entran en su ecuación.
Más Priest en ‘Mars Recall’, pero unido al estilo americano. ¡Vaya poderío! La producción de Jaume Perna y la mezcla y master de Gonzalo Vivero en In The Red Audio les ha dado un sonido potente, callejero, con ese punto de veracidad necesario para atrapar a los maníacos de otras eras.
Cuando te estás preguntando dónde están esos Redshark adictos al speed metal, justo en ese momento el escualo te muerde traicioneramente con ‘Kill Your Idol’. ¿Qué podría faltarle a este álbum de debut? Oh, pues se me ocurre un misil como ‘The Death Rides’ entrando a degüello a lo ‘Back From Hell’ de Primal Fear, salvando las distancias, y después, ¿por qué no reventarnos las cervicales con ‘Burning Angels’?
Correas no es Halford, pero ojito con el atrevimiento del grupo en un corte complicado como ‘Pallid Hands’. Y para terminar, un estribillo redondo en ‘I’m Falling’.
Digital Race es una mezcla de cualquier estilo heavy que nos flipe, siempre acertando en la elección y ejecutándolo con mimo, desde un prisma vintage. Redshark nos darán muchas alegrías, porque esto es sólo el principio. Palabra del Navarra.
PAU NAVARRA