Con la aparición de Chris hace tan solo un mes y medio, pensábamos que Ryan Adams había cerrado al fin la que algunos han bautizado como la trilogía de la cancelación. Aquella formada junto a Wednesdays y Big Colors y que se vio forzado a frenar en 2019 tras las acusaciones de maltrato emocional y conducta sexual inapropiada de diversas mujeres.
Lo que nadie esperaba es que el de Jacksonville tuviese listo otro álbum ¡tan solo 3 semanas después! ¡Y además también doble! Así es como nuevamente a finales de abril colgaba en la web de su sello Pax Am un nuevo trabajo titulado Romeo & Juliet en descarga directa previo pago antes de que estuviese disponible en las plataformas digitales. Coincidiendo con su regreso a los escenarios tras tres años de parón (hace unos días arrancaba la gira en el neoyorquino Carnegie Hall con un lleno hasta la bandera), todo hace pensar que finalmente tenemos de vuelta a uno de los mejores cantautores americanos de las últimas décadas.
Entrando ya en su vigésimo trabajo de estudio, hay que apuntar que está dedicado a su gato Theo, quién pasó a mejor vida el año pasado. Con este pretexto, Adams ha confeccionado lo que él mismo ha definido como su primer disco veraniego. Una especie de hermano pequeño de Easy Tiger, su álbum de 2007, según sus propias palabras. Sin embargo, si hacemos una escucha exhaustiva, podríamos afirmar que esta colección de canciones proviene de diferentes lugares ya visitados a lo largo del camino.
Por ejemplo, ‘Rain In LA’ y ‘Losers’ (ambas con un fantástico toque crooner otorgado por el piano) recuerdan al nebuloso Love Is Hell. En ‘In The Meadow’, el empuje de una banda que bien podrían ser The Cardinals hace pensar que estamos ante una grandiosa pieza descartada del magistral Cold Roses. Otras más intimistas como ‘Theo Is Dreaming’ y ‘At Home With The Animals’, en memoria a su colega felino, dan pistas de haber sido escritas en fechas cercanas entre sí.
El caso que más evidencia esta teoría es el de una ‘Doylestown Girl’ que ya fue lanzada a comienzos de 2019 como avance de Big Colors y que posteriormente no se llegó a incluir. También resulta sospechoso que la producción ochentera tan presente en sus últimos discos haya quedado apartada momentáneamente, aunque en ‘Somethings Missing’ se escuche una caja de ritmos que denota su esqueleto maquetero.
Aún con todo, tampoco es inconveniente que haya picoteado de aquí y allá para disfrutar de composiciones tan geniales como ‘Run’, ‘Hold Me Together’ y ‘Earthaquake’, demostrando una vez más que su creatividad parece inagotable. Eso sí, si quería haberle dado una mayor cohesión como unidad, no hubiera venido mal haber podado antes un poco el árbol. Al igual que ocurre con tantos discos dobles, no todos los cortes acaban de estar al mismo nivel. Ninguno chirría especialmente, pero de haber hecho un mejor trabajo de selección podríamos estar hablando de algo mucho más redondo en su totalidad.
Como si quisiera hacerle la competencia a King Gizzard & The Lizard Wizard, Romeo & Juliet significa el cuarto LP de Ryan Adams en 18 meses. Una estupenda noticia para quienes todavía sigan creyendo en el talento de un genio empeñado en resurgir de sus cenizas.
GONZALO PUEBLA