Quién sabe si inspirados por el famoso slogan ‘Just do it’, los catalanes Secondbest llevan desde 2018 mostrando casi en tiempo real cómo van a aprendiendo a tocar en directo, componer, y grabar en el estudio.
Sin pretensiones, ni más ambición que la de pasarlo bien haciendo música, el ahora trío no ha intentado disimular sus limitaciones, pero, a la vez, ha sabido sacarles el máximo partido.
En su más último EP, el tercero ya, nos presentan cinco canciones en las que capturan esa nostalgia feliz que refleja el atardecer de su portada y su título, Eternal Summer. Como si fueran ese vecino que no quiere molestar, solo te piden que les dediques 11 minutos para comprobar si lo que proponen te puede gustar.
En mi caso, la respuesta es afirmativa. Con las influencias de grupos como Joyce Manor, Weezer o Ash a la cabeza, y un sonido que apuesta por la inmediatez de las melodías, las guitarras noventeras y una sorprendente habilidad para la concisión, es difícil que fuera de otra manera.
El bajo juguetón de la inicial ‘Dream In Blue’ da pie a una de sus melodías más inspiradas, pero antes de que te des cuenta ya te encuentras disfrutando de la igualmente efectiva ‘Eternal Summer’ y su estribillo melancólico. La declaración de amor ‘Zeta’ combina guitarreo con una parte más emo, y la intensa ‘High Fidelity’ cuenta con un solo de guitarra sencillo, pero bastante chulo. Se despiden con la más oscurilla y grungy ‘Closer’ dejando claro que su paleta incluye múltiples colores.
Al igual que en los dos EP’s anteriores, Secondbest han contado con Txosse Ruiz (Zimt, Mount Analogue, NWO) para la grabación y la mezcla de Eternal Summer. Nada mejor que confiar en alguien con su experiencia y talento para que los siga guiando en esta gesta por hacer canciones cada vez más redondas. Todavía están en ello, pero es innegable que progresan muy adecuadamente.
JORDI MEYA
