La aparición de la primera referencia de Serpent generó bastante revuelo en la escena underground catalana. Dos viejos conocidos, miembros y exmiembros de bandas tan respetadas, y sobre todo respetables, como Cinder, Col·lapse y The Gundown, estaban detrás de este nuevo proyecto.
Lo más excitante era su planteamiento, un post hardcore que no estaba ni está precisamente de moda, deudor de los seminales Drive Like Jehu y Hot Snakes, con letras en catalán. En esa maqueta homónima, publicada en el 2017, se hizo evidente la devoción de Sergi ‘Beni’ Bertran y Eric Altimis por el sonido de San Diego, y también quedó claro que eran unos alumnos aventajados de John Reis, Rick Froberg y compañía. La verdadera prueba de fuego llega ahora, con la banda completa y rodada en una buena pila de salas y pequeños festivales.
Lluna Roja es el auténtico debut del ahora cuarteto y hace buenos todos los elogios recibidos hasta la fecha, que no son pocos. Las influencias siguen ahí, pero asimiladas y actualizadas. El título viene de un concepto del primer adelanto, ‘Un Dia Normal’, entre la necesidad de tregua y la sed de venganza, un corte encabronado con un estribillo glorioso. Esa crítica social, ese hartazgo, también prende la mecha de otros cortes explosivos como mis favoritos ‘Aquest Món Et Trencarà El Cor’ y ‘Mata’m (Sóc Pobre)’. Grabado en EM Estudi, el primer largo de Serpent -coeditado por Bcore, La Agonía de Vivir, Pífia Records, Navalla y Saltamarges- es un auténtico bloque de hormigón en el mejor de los sentidos.
Compacto, sin fisuras y, sin embargo, con muchos detalles alucinantes para los que se atreven a pegar bien la oreja. Con todo, entre los mejores momentos de este disco añadiría ‘Gel’, un ejercido de emo punk muy pegadizo, y los casi cinco minutos de la descarnada ‘Sants Inocents’, un medio tiempo con escalofriantes cambios de intensidad que rezuma dolor. La banda sonora de lo que nos está pasando.
LUIS BENAVIDES