Cuando al descubrir a Sleaford Mods y abrazarlos como la banda punk que los de mi generación necesitábamos, algunos sospechamos que iba a ser complicado que el dúo pudiese seguir manteniendo nuestro interés pasado el efecto gaseosa de su impactante discurso y directo. Craso error.
Quizás el problema de ese discurso tan, en apariencia, inmediato de Sleaford Mods fue que nos impedió ver que sus recursos musicales era mucho mayores de lo que puediera parecer. De la prosa y fraseado de Jason Williamson no hay mucho que añadir a estas alturas, pero el trabajo de Andrew Fear nunca ha sido suficientemente reconocido. Desde luego, su aportación va más mucho más allá de su actitud en directo, donde se le ve feliz de la vida, bailando con su birra en mano y disparando bases. Spare Ribs, el que podemos considerar su sexto álbum oficial, viene a confirmar que el dúo de Nottingham todavía tienen mucho que ofrecer, y sí no es su mejor trabajo hasta la fecha, poco le falta.
Grabado durante los tiempos de confinamiento, tampoco nos encontramos ante un disco monotemático. Puede que las letras hagan referencia a los momentos de angustia y opresión que estamos viviendo pero, en su caso, es sobre lo que siempre ha cantado, así que Williamson sigue con ese discurso brillante del que siempre ha hecho gala.
Musicalmente, Spare Ribs es algo más minimalista que algunos de sus últimos trabajos, pero ellos no significan que vaya corto de variedad. Esos ritmos post punk, con bajos que se clavan en el estómago, siguen funcionando en temas como ‘Shortcummings’ o ‘Thick Ear’, también juegan con la electrónica en ‘I Don’t Rate You’ con ciertos aires a lo Aphex Twin ,y las dos colaboraciones del álbum con las emergentes Amy Taylor de Amyl And The Sniffers ¿o ya podemos hablar de Amy como alguien consolidado? en ‘Nudge It’, y Billy Nomates en ‘Mork n Mindy’ son dos temazos, seguramente lo más cerca que Sleaford Mods han estado nunca de un hit single.
El tiempo sigue sin domarlos, y Sleaford Mods continúan siendo una de las formaciones que mejor saben leer la partida en los tiempos que corren.
RICHARD ROYUELA
