Todos tenemos uno en nuestras vidas. Me refiero a ese amigo pesimista por naturaleza, que siempre ve las cosas de color negro, y que cada cierto tiempo te tiene pegado media hora al teléfono contándote lo mal que está todo. No conozco personalmente a Dylan Slocum, el líder de Spanish Love Songs, pero apostaría a que entraría en esa categoría de personas. Pero no todo es malo…
La primera buena noticia, tanto para él como para sus allegados, es que ha encontrado en la música un vehículo para echar toda su mierda. La segunda, en este caso para sus oyentes, es que además sabe escribir buenas canciones. En el tercer álbum de su banda, vuelve a presentarnos una decena de temas inspirados por los golpes que te da la vida. Aquí encontramos amistades rotas, corazones partidos, relaciones destrozadas por las adicciones, y todo ello en un mundo hostil. Vamos, un bonito panorama.
Con un sentido melódico cercano al de The Menzinguers o The Wonder Years, y varios recursos tomados del emo de los 90, el quinteto de Los Angeles le saca punta a sus miserias. “¿Voy a estar así de deprimido para siempre?” se pregunta retóricamente en el primer tema ‘Routine Pain’, para responderse en el siguiente, ‘Self Destruction (As A Sensible Career Choice)’, de manera irónica: “No será siempre así de desolador… Ya, claro”. Pero hay que reconocer que hay algo reconfortante al escucharles. Y es que las desgracias ajenas, a menudo, te ayudan a pensar que, quizá, no estés tan mal.
JORDI MEYA