Casi nunca suelo escuchar singles porque pueden llevarte a conclusiones precipitadas, prejuiciosas. Yo soy de degustar obras completas, pero cuando vi la portada de A Diabolic Thirst, el tercer álbum de Spectral Wound, no me pude resistir. Tan de Les Légions Noires más elaboradas, tan hipnótica como en su día me resultó la de Black Millenium (Grimly Reborn) de Mütiilation…
El susodicho adelanto, ‘Frigid And Spellbound’, sonaba como una pequeña proeza. Es curioso, pero ni decenas de años de independencia canadiense ni los cientos de kilómetros atlánticos que separan Francia de Québec pueden disimular un pasado compartido que se manifiesta en algo tan minoritario como su forma de entender y ejecutar el melodic black. Este tema se la prepara y se la prepara, pero no por manido resulta menos emotivo. Tanto si te van Forteresse como Aorlhac, esta canción te va a llegar muy adentro.
El problema llega cuando ninguno de los otros cinco cortes puede competir con éste. La fogata de la notable ‘Imperial Saison Noire’ contiene llamaradas de los primeros Dark Funeral, es bastante de la escuela sueca, y después ‘Soul Destroying Black Debauchery’ prosigue con la velocidad conmovedora, pero su puntería no es tan certera. Es de agradecer la forma infecciosa y masiva con la que Jonah ataca el micro, eso sí.
Los casi diez minutos de ‘Mausoleal Drift’ adquieren aires más ceremoniales, pero no logran trasladar del todo ese pretendido terror al oyente. ‘Fair Lucifer, Sad Relic’ y ‘Diabolic Immanence’ concluyen la obra exigiendo esmero y sudor al batería Illusory, son otros dos ejercicios a la carrera que te conducen a un callejón sin salida ideal para nostálgicos.
Una vez A Diabolic Thirst ha esparcido su sombra por el mundo hemos visto que no había para tanto. Es un álbum recomendable, con algún momento excelente y de acentuada devoción por los 90, en parte por los estudios realizados por Arthur Rizk cuando armaba el master, pero que no supondrá un terremoto para ningún obseso del black. Ya sabía yo que no debía darle al play antes de hora…
PAU NAVARRA