Hasta ahora Steven Wilson se había ganado una reputación de ser un músico prácticamente intocable. No es sólo que su labor al frente de Porcupine Tree le otorgue un estatus casi de leyenda dentro de la parcela del rock progresivo, sino que desde que decidió lanzarse en solitario ha demostrado mantener un nivel igual de alto.
Sin embargo, su anterior To The Bone ya hizo que algunos empezasen a preocuparse por su acercamiento a otros estilos alejados de lo que había acostumbrado. Y aunque el resultado acabó siendo positivo, mucho me temo que esas voces críticas sonarán ahora con más fuerza al enfrentarse a The Future Bites. En la previa a su lanzamiento (que se vio retrasado varios meses debido a la COVID-19), Wilson había amenazado con un tratamiento más electrónico con el que vestir a su sexto álbum.
Bien es cierto que aquí los elementos sintéticos le ganan la partida a las guitarras y baterías, pero en ningún caso se trata de un giro tan radical como aparenta. Al fin y al cabo, no es la primera vez que experimenta con este tipo de sonidos.
‘King Ghost’ es la que mejor expone esta nueva vía junto a una ‘Man Of The People’ algo más contemplativa. Pero al mismo tiempo son capaces de coexistir con instantes más orgánicos como ’12 Things I Forgot’, el pulso rockero de ‘Follower’ o la pseudo funky ‘Eminent Sleaze’, cuyo estribillo levantará sarpullidos entre los más radicales. Con tal variedad de registros puede dar la sensación de que estamos ante una obra dispersa, pero lo cierto es que ayudan a que fluya con facilidad.
La excesiva ‘Personal Shopper’ es sin duda el corazón del disco, tanto musical como conceptualmente. Con una base electrónica, el productor británico nos va induciendo en ese futuro cada vez más cercano donde las grandes compañías nos animan al consumo compulsivo de productos de alta gama para satisfacer nuestra autoestima. Entre ellos, la voz en off del mismísimo Elton John cita las ediciones de lujo que el propio Steven acostumbra a publicar con cada uno de sus trabajos, antes de que el insistente coro vuelva a entrar en acción. ¿Se trata de una parodia de sí mismo? ¿Se está riendo Wilson de sus seguidores? Que cada cual saque sus propias conclusiones.
Desde luego The Future Bites resulta a ratos desconcertante tanto por su contenido como por su intencionalidad. Pero a pesar de que seguramente lo colocaría en la última posición entre mis favoritos de su discografía, no puedo negar que también reúne suficientes motivos como para seguir manteniéndole como el máximo referente del progresivo contemporáneo.
GONZALO PUEBLA