Si una vez terminado un álbum de Sunn O))) sueltas en voz alta un ‘joder, qué bestias’ de forma espontánea, es que Stephen O’Malley y Greg Anderson han hecho bien su trabajo. Más de dos décadas ya explorando los límites de la física del sonido, también de nuestro aguante, y la de jefadas que les quedan aún por perpetrar a estos dos…
La primera, el copia y pega con toda la jeta del mítico caballo de ‘Odens Ride Over Nordland’ y ‘A Fine Day To Die’ de Bathory en la inicial ‘Between Sleipnir’s Breaths’. Homenaje, imagino… Otra, por ejemplo, haber grabado su nuevo disco con Steve Albini. “Esto va a ser divertido, no tengo ni idea de lo que va a pasar”, comentó el productor ante esta aventura, y vaya si lo ha sido… totalmente a nuestra costa, claro. Cuatro años después de su última obra de estudio, las ‘estrellas’ del drone siguen poniendo a prueba nuestros nervios con cuatro composiciones que se alargan hasta los 68 minutos.
Cuando llegues a los más de 25 de ‘Novæ’, la palabra ‘suplicio’ será la que más insistentemente repiquetee en tu cabeza, y eso que, en algún momento de estupidez supina, habías pensado que a este álbum no le hacían falta las voces del tema de apertura… Ay, Hildur Guðnadóttir, cómo te echaremos en falta luego…
Minimalismo pantagruélico, mística exasperante, trance, aborrecimiento absoluto, odio profundo, amor irrompible. Sentimientos encontrados, puro antagonismo ante los experimentos del dúo alquímico y sus colaboradores. No dejes que ganen, aguanta hasta el final.
PAU NAVARRA