Nadie lo diría, pero entre la distorsión temporal provocada por la pandemia, los singles que han ido sacando por medio, y que nos han ido visitando asiduamente, ya han pasado más de cuatro años desde que The Baboon Show publicaron su anterior disco, Radio Rebelde.
En este tiempo los suecos se han consolidado como una de las bandas europeas de rock más queridas en nuestro país por su sencillez, entrega, pasión, y facilidad para fabricar himnos. Todas estas cualidades son las que volvemos a encontrar en este God Bless You All. Pese haber estado guardado durante un buen tiempo en un cajón a la espera de encontrar el momento más adecuado para su lanzamiento, su nuevo disco destila frescura y energía a raudales. Producidas junto Johan Gustafsson, bajista de The Hives, en diferentes sesiones, estas doce canciones pone de relieve que el cuarteto sigue siendo capaz de conservar su esencia al mismo tiempo que va expandiendo su sonido. Si cuando empezaron eran básicamente una banda de punk rock, con el tiempo esa etiqueta se les ha quedado pequeña.
Su espíritu original sigue presente en la inmediatez de los temas, algunas letras reivindicativas y la raspada voz de Cecilia Boström, pero si algo valoro al escuchar el disco nuevo de una banda con una larga trayectoria (este es su noveno trabajo) es que sigan teniendo capacidad para sorprenderme. Aquí The Baboon Show lo han conseguido al menos en un par de ocasiones. Primero con ‘Gold’, un medio tiempo muy melódico con algo de ABBA y el apoyo al piano de Daniel Haglund de Mando Diao, con un aire a clásico perdido de los 70. La segunda con ‘Reason To Go On’, otro tema más lento de lo habitual, con una atmósfera muy especial que pese a ser distinto al resto encaja muy bien en el ecuador del disco. También llama la atención la balada final ‘Prisoners’, cantada por el guitarrista Håkan Sörle, y de nuevo con el piano como instrumento principal, aunque quizá acaba resultando un poco repetitiva pues se sustenta sobre una misma rueda de acordes que se va repitiendo en las estrofa y estribillos.
En el resto, el cuarteto vuelve a sacar punta de manera muy certera a sus pegadizos cánticos pensados para liarla en directo. Es difícil resistirse al empuje con el que descargan ‘Made Up My Mind’, ‘Midnight’, ‘Oddbal’, ‘Rolling’, ‘Sands Of Time’, ‘Revolution Avenue’, en la que vuelven a aflorar la influencia de los Hellacopters, o la versión ya conocida de ‘Have A Party With Me’ de Eddie Meduza. Subidones de adrenalina que garantizan que The Baboon Show sigan haciendo amigos allá donde vayan.
JORDI MEYA
