A principios de 1990 y, a caballo del hard rock angelino y el grunge, un grupo de chavales de Atlanta lo petaron con un disco deudor de los sonidos más clásicos del rock n roll. Treinta años más tarde, y otras tantas peleas y reconciliaciones, tenemos en nuestro poder la reedición de este clásico. ¿Necesaria? Ahora lo veremos.
De entrada, comentar que este lanzamiento acompaña una gira de reunión, largamente esperada por los seguidores de The Black Crowes que temíamos no volver a ver a los hermanitos sobre un escenario desplegar su apabullante repertorio. El box set consta de tres discos, el primero contiene el álbum original, el segundo consta de demos, caras B e inéditas, y por último tenemos un concierto íntegro grabado en su ciudad natal el mismo año que aparecía Shake Your Money Maker.
Sobre la obra que se publicó en 1990 no me extenderé, es un disco suficientemente referenciado y elogiado. Lo que sí diré es que si no tienes Shake Your Money Maker, deja de leer ahora mismo y hazte con él, da igual la edición y el formato, escúchalo ya. Será lo mejor que te pase hoy.
El segundo disco es, sin duda, el que puede presentar más alicientes para el fan. De entrada, permite escuchar las primeras ‘canciones nuevas’ de los hermanos Robinson en más de una década; su último trabajo de estudio Before the Frost es de 2009. Y, ¿qué tal está el nuevo material? Bueno, de entrada, no todas las canciones son del todo inéditas. ‘Don´t Wake Me’, claramente influenciada por ‘Toys In The Attic’ de Aerosmith ya había aparecido como bonus track en las reediciones del álbum. ‘Waitin’ Guilty’ era conocida por los fans como cara B del single ‘Hard To Handle’, y ‘Jealous Guy’, cover del clásico de Lennon, había aparecido en varios directos oficiales y no oficiales, en versiones, por cierto, muy superiores a esta anodina toma de estudio.
Así que las verdaderas golosinas de este segundo disco son ‘Charmin´Mess’ y ’30 Days In The Hole’. La primera es un tema rockero, en la línea del álbum, con un inicio clavado al de ‘Hot Legs’ de Rod Stewart, sin el punch de los singles, pero sin desmerecer tampoco al lado de esa colección de temazos. Y la versión de Humble Pie, a diferencia de la de Lennon, es un auténtico pelotazo que captura la festividad de la banda de Marriott.
Las outtakes de ‘Jealous Again’, ‘She Talks to Angels’, o ‘Hard to Handle” también nos eran familiares en diferentes caras B o reediciones, destaca la versión con vientos de Ottis Redding, más fiel a la soulera original. Mención aparte merecen los dos temas de Mr. Crowe’s Garden, la banda de los hermanos antes de convertirse en Cuervos, y, donde podemos ver a una formación sin el punch ni el gen rockero que les imprimió el productor George Drakoulias en las sesiones del álbum.
La gran joya de esta reedición, en mi opinión, es el último disco. Un directo registrado en Atlanta a finales de 1990. Aunque tenemos mucho material en vivo de la banda, nos faltaba una grabación con calidad de su primera época. Suena como tiene que sonar, directo, con garra y con clase. Una banda primeriza derrochando seguridad, chulería y hambre. Sólo este directo justifica la compra de esta edición.
Una obra para volver a disfrutar todas las veces que haga falta.
LLUÍS PUEBLA
Si quieres, también puedes escuchar nuestro podcast dedicado a The Black Crowes a continuación: