Ocurre con más frecuencia de la deseada que, tras un par de referencias sin virar el rumbo, un grupo comience a perder fuelle. A lo largo de los años nos hemos hartado de escuchar aquello de «es que siempre hacen lo mismo» en términos peyorativos, pero mantenerse fiel a una fórmula y lograr que siga resultando atractiva no es una tarea sencilla.
Llegados a su cuarto álbum, a The Dirty Nil les podría haber ocurrido esto mismo. El trío (que ha vuelto a cambiar de bajista, siendo Sam Tomlinson la nueva incorporación a sus filas) pareció alcanzar la excelencia en el redondísimo Fuck Art de hace tan solo un par de temporadas. Un trabajo en el que explotaban con total acierto cada una de sus virtudes: energía desenfadada, guitarrazos a todo volumen y diversión a raudales.
Pero resulta que, aún jugando con las mismas armas de siempre, Free Rains To Passions cumple el propósito de que en ningún instante se te pase por la cabeza que los de Ontario den síntomas de agotamiento. Cualquier tipo de duda salta por los aires a la que en ‘Celebration’ se desmarcan con unas pulsiones descaradamente heavys para lo que nos tienen acostumbrados. Jamás han ocultado su gusto por el metal (un detalle que siempre me ha hecho verles en cierto sentido como unos herederos naturales de Sum 41), pero aquí no se han guardado nada.
En cambio, ‘Nicer Guy’ y ‘Undefeated’ se encargan de colocar las cosas en su lugar a base de riffs y solos que van teledirigidos a tu sesera acompañados de estribillos infalibles. Te costará resistirte a no empezar a hacer air guitar en tu cuarto y a pegar brincos sobre la cama. Palabra. Y es que por mucho que desaten una tormenta eléctrica en ‘Land Of Clover’, ‘1990’ o ‘Free Rein To Passions’, siempre te acaban lanzando una melodía a la que agarrarte.
Porque dónde siempre da en el clavo esta gente es cuando tienden hacia el pop punk saltarín como ocurre en ‘Blowing Up Things In The Woods’ y ‘Stupid Jobs’. En esta última el cantante y guitarrista Luke Bentham relata en primera persona su decisión de abandonar cualquier curro de mierda para dedicarse a rockear. Desde luego se le da bien, incluso cuando se despiden bajando las revoluciones con ‘The Light, The Void And Everything’ mientras sonríen con los dientes ensangrentados.
Si ya eras fan The Dirty Nil, en Free Rein To Passions no encontrarás nada que te sorprenda y, al mismo tiempo, todo lo que te gusta de ellos. Si por contra te encantan PUP o The Menzingers y aún no les conoces, ya estás tardando en descubrir a tu próximo grupo favorito.
GONZALO PUEBLA
