A menudo solemos recurrir a aquella expresión tan manida de ‘estar en el lugar y momento adecuado¡ para hablar de bandas que han saboreado las mieles del éxito. Igualmente, también sirve para quienes el destino no les ha sonreído del mismo modo al no encontrarse en el sitio y la época que tal vez les correspondía.
Digo esto porque históricamente España nunca ha sido un país especialmente favorable para las bandas de hard rock clásico. Con la gran excepción de Héroes Del Silencio, no hemos tenido un nombre de referencia a nivel de masas dentro del estilo. En su día Uzzhuaïa parecían los grandes candidatos a ocupar esa plaza, pero, a pesar de reunir muchas condiciones favorables, siempre se quedaron lejos de la meta.
Tampoco tiene pinta de que The Electric Alley vayan a recoger el testigo. Y eso que, de nuevo, estamos ante una formación que suena como un cohete, curtida a base de kilómetros y conciertos en garitos de mala muerte, varios discos en su haber con canciones redondas, buena imagen… Pero el handicap de cantar en inglés (increíble lo que todavía le cuesta al público más general) y el hacer una música basada en las guitarras cuando estas parecen estar en peligro de extinción dentro del mainstream, juegan en su contra. Difícil responder si de haber nacido en la tierra prometida, dónde la competencia en el género es aún mayor, habrían corrido mejor suerte.
En cualquier caso, los gaditanos reaparecen tras cuatro años de silencio con Apache, cuarto plástico en su cuenta con el que reiteran lo bien que tienen aprendido el libro de estilo de grandes maestros como Aerosmith, Guns N’ Roses o The Black Crowes. De hecho, este álbum estaba pensado en primera instancia para ser publicado por una nueva disquera de Movistar que nunca llegó a tomar forma. Otra vez la mala suerte llamando a la puerta…
Lo que nunca les ha abandonado es el toque a la hora de seguir facturando buenas canciones. Y aquí hay unas cuantas. Desde las iniciales ‘Apache’ y ‘Hurricane’, el grupo exhibe sus mejores armas con total soltura. La garganta de Jaime Moreno es capaz de pasar de registros suaves y melódicos a situarse bien arriba sin apenas pestañear, al tiempo que ejecuta algún que otro duelo de twin guitars junto a un Nando Perfumo incansable recorriendo el mástil. Al contrario que otras duplas míticas de vocalista-cantante, no parece que estos dos se lleven a matar. Más bien lo contrario.
Bajando el tempo nos encontramos con ritmos más pausados como ‘What’s Going On?’ o ‘Fireworks’ sin renunciar a la épica desgarradora. Pero si lo que que quieres es rock directo y al pie, lo tendrás en balazos del calibre de ‘Son Of A Gun’, ‘Writing’s On The Wall’ (como se nota que les chiflan los Cuervos Negros), la festiva ‘All The Way’, o mi preferida ‘One Lasting Light’. Para el final, no podía faltar la balada de rigor con un intencionado sabor gunner. Y es que nada más escuchar la entrada de ‘Bliss’ uno se imagina que podría tratarse de un descarte de las sesiones de Use Your Illusion. No cuesta nada visualizarles con una iglesia de fondo tocando entre delfines. Aunque bueno… esto mejor se lo dejamos a Axl.
Aunque lo situaría un punto por debajo de su anterior Turning Wheels, The Electric Alley demuestran en Apache que las circunstancias podrán ser unas u otras, pero su compromiso por ofrecer buen rock and roll sigue siendo innegociable. Ojalá tan solo eso fuera suficiente para triunfar como merecen.
GONZALO PUEBLA