No tengo dudas al afirmar que este Eyes Of Oblivion es el disco que más he estado esperando escuchar en el último lustro (bueno, con la excepción de Tool, claro). En el fondo, desde que anunciaran su regreso en octubre de 2015, todos sabíamos que The Hellacopters habían vuelto para quedarse.
A pesar del tiempo transcurrido y las «nuevas» incorporaciones (me refiero al retorno de Dregen sustituyendo al malogrado Robert ‘Strings’ Dahlqvist, y a Dolf De Borst ocupando la plaza vacante a las cuatro cuerdas de Kenny Hakansson), su vuelta a los escenarios despejó todas las dudas sobre su estado de forma. Pero dar un concierto con tus viejos éxitos es una cosa y otra bien distinta es grabar un nuevo álbum tras 17 años sin publicar material nuevo. La verdadera prueba del fuego para cualquier reunión.
Es ahí donde entra el factor Nicke Andersson. Resulta inconcebible que su mano no se deje notar siendo el cantante, guitarrista, compositor, productor, líder y en definitiva alma indiscutible de la formación sueca. A título personal, mi mayor temor era que hubiese puesto el piloto automático y nos hubiera entregado un disco encubierto de Imperial State Electric, el grupo con el que estuvo ocupado durante todo este hiato. Y debo decir que, al menos en una parte, algo de eso hay.
Empezando por una producción que suena calcada a la empleada con Imperial o Lucifer (la banda de su mujer, Johanna Sadonis), dificultando marcar distancias con otros proyectos. Tampoco podemos obviar que algún que otro corte bien podría haber estado en cualquiera de los trabajos de ISE (‘Tin Foil Soldier’ atufa a descarte por todos lados).
En otras palabras, Eyes Of Oblivion prosigue la evolución que Andersson ha experimentado desde que decidiese dar por finiquitado el grupo en 2008. Pero una vez has asimilado esto, y aquí viene lo bueno, puedes dedicarte a disfrutar de un disco de puro rock and roll que tiene mucho que ofrecer.
Y es que si antes comentaba que la mano del hombre de la eterna gorra se deja notar, sería injusto no reconocer que sus acompañantes también se empeñan en hacer acto de presencia. Los punteos in your face, los redobles de ese Keith Moon escandinavo que es Robert Eriksson, el sello marca registrada del piano a una nota de Boba, el punch característico de Dregen… Todo lo que un día hizo que te enamoraras de The Hellacopters está aquí.
El certero single ‘Reap A Hurricane’, ‘Beguiled’ y ‘Positively Not Knowing’ traen de regreso ese rock n roll high energy del que son abanderados. ‘So Sorry I Could I Die’ es un medio tiempo con aroma negroide muy en la onda de sus últimas grabaciones pre-separación, al igual que ‘The Pressure’s On’. Los coros de ‘Try Me Tonight’ nos recuerdan cuanto les chiflan Kiss con un trallazo que a buen seguro se contará entre las favoritas de la afición. Aunque sí me tengo que quedar con una, esa es la propia ‘Eyes Of Oblivion’. Un tema que desde ya mismo merece posicionarse a la altura de sus grandes clásicos, pues condensa todas las virtudes que han hecho que les hayamos añorado tantísimo durante su ausencia.
Al contrario de lo que pregonaban tiempo atrás, no soy de los que piensa que el rock and roll esté muerto o ni que, en tal caso, Eyes Of Oblivion lo vaya a desenterrar. Pero desde luego el mundo siempre será un lugar mejor con The Hellacopters en activo y publicando discos como este que, sin ser perfecto, contiene destellos de su grandeza.
GONZALO PUEBLA