A veces hay que tener cuidado con lo que deseas porque puede convertirse en realidad… aunque no del modo que esperabas. Digo esto porque, desde que dieran la última nota en su concierto de despedida el 26 de octubre de 2008 en la sala Debaser de Estocolmo, todos los seguidores de The Hellacopters ya estábamos esperando a que regresaran algún día.
Su tan ansiada vuelta se produjo finalmente en 2016 para conmemorar los 20 años de su debut Supershitty To The Max!. Una reunión en la que no participó el añorado Robert ‘Strings’ Dahlqvist, fallecido poco tiempo después, pero sí Dregen, miembro fundador de la banda y también de Backyard Babies. No sería el único contratiempo que Nicke Andersson y compañía tendrían que superar. Tras los primeros bolos, fue el bajista Kenny Hakansson quien abandonaría el barco para ser reemplazado finalmente (con el breve paso del Hanoi Rocks Sami Yaffa mediante) por Dolf DeBorst de The Datsuns, quien también había formado parte de Imperial State Electric, el proyecto principal de Andersson mientras la banda madre permaneció en estado de hibernación.
Con Eyes Of Oblivion editado en 2022, parecían asentar definitivamente su retorno a pesar de lo irregular del resultado. Hasta que nuevamente en verano de 2023 volvían a saltar las alarmas. Debido a una lesión en su mano izquierda, Dregen se encontró indispuesto para seguir atendiendo los compromisos de la agenda, siendo LG Valeta de ’77 quien acudiría al rescate para resolver la papeleta. Quienes pudimos verlos en su gira del pasado año por nuestro país damos fe de que el barcelonés estuvo más que a la altura.
Pero llegados al punto de entrar en el estudio a grabar nuevo material, la incertidumbre volvía a perseguirles como si de la emblemática nube de la portada de By The Grace Of God se tratara. En vista de que la rehabilitación de Dregen tiene pinta de ir para largo, han optado por registrar sus nuevas canciones en formato cuarteto, repartiéndose entre Nicke y el teclista Bobba Fett las tareas guitarrísticas, tal y como ya hicieran en 1999 con Grande Rock (curiosamente en aquel entonces también les tocó suplir la baja de Dregen). Así pues, nos quedamos con las ganas de saciar nuestra curiosidad por saber cómo podría haber encajado LG en el plano compositivo, aunque éste continuará presente en las actuaciones en vivo hasta nueva orden.
Overdriver debía despejar todas las dudas sobre su estado actual. Y la realidad es que, al igual que sucedía con Eyes Of Oblivion, estamos ante un trabajo que dista a años luz de su gloriosa primera etapa, pero que aun así guarda momentos disfrutables. Ni aunque cada vez resulte más difícil distinguir si estamos ante un nuevo disco de The Hellacopters o uno que podría venir firmado por Imperial State Electric sin que apenas nadie notara muchas diferencias.
Porque al final el ingenio compositivo de Andersson es el que lidera sin oposición cada uno de los cortes. Así pues, aquí encontramos desde ese rock and roll high energy patentado en Escandinavia en la inicial ‘Token Apologies’, ‘Wrong Face On’ y ‘Faraways Looks’, a medios tiempos como ‘Soldier On’, ‘Coming Down’ o ‘The Stench’. Ninguno de los tres es especialmente destacable y quizás hasta se podría haber prescindido de alguno, pero ayudan a darle mayor profundidad al álbum.
Por otro lado, el power pop deudor de Imperial State Electric termina aflorando en ‘(I Don’t Wanna Be) Just A Memory’ y ‘Do You Feel Normal’. Aunque bien pensado, esto podría haber sido la evolución lógica del combo tras Rock & Roll Is Dead. El que quiera una buena descarga de guitarrazos y solos la acabará encontrando en el cierre de ‘Leave A Mark’ dónde sacan toda la artillería pesada. A decir verdad, se echa en falta algún single matador, pero los altibajos no son tan pronunciados si lo comparamos con su antecesor.
Por tanto, Overdriver cumple con su cometido que no es otro que sumar un puñado de buenas canciones con las que renovar el setlist y continuar validando esta nueva etapa de los suecos. Está claro que ya no van a suponer una revelación como sí lo fueron para muchos de quienes les descubrieron en la segunda mitad de los 90, pero un mundo en el que The Hellacopters sigan publicando nueva música siempre será un poquito mejor.
GONZALO PUEBLA