Se hace difícil escuchar No Holiday, el séptimo y disco final de The Muffs, sin tener constantemente en la cabeza que ésta es la última vez que escucharemos la voz de Kim Shattuck. Tristemente, la rubia frontwoman del trío californiano falleció apenas dos semanas antes de la publicación del álbum tras sufrir dos años de ELA.
Escuchando No Holiday te rompe el corazón pensar que Kim, que en ningún momento hizo pública su enfermedad, era consciente de que éste sería su testamento musical. Quizá por eso decidió recuperar temas que había compuesto entre 1991 y 2017 y que habían quedado fuera de sus anteriores discos para darles, por fin, salida. Según ha contado el batería Roy McDonald su estado había degenerado tanto en el último año, que él y el bajista Ronnie Barnett tuvieron que grabar sus pistas sobre maquetas acústicas caseras, algo que se hace evidente en temas ‘Happier Just Being With You’, ‘Too Awake’, ‘Insane’, ‘The Kids Have Gone Away’, ante la imposibilidad de que su compañera pudiera tocar la guitarra o ni siquiera hablar.
A lo largo del álbum nos encontramos todo aquello que nos gusta del grupo, desde la urgencia más punk de ‘Down, Down, Down’ a la inocencia pop de ‘No Holiday’ o ‘Sick Of This Old World’, y momentos más íntimos como ‘The Best’ o ‘Sky’ que nos acercan más que nunca al corazón de su compositora.
Aunque siendo honestos pocas de estas 18 canciones rivalizan con las de sus tres primeros e imprescindibles discos y que, quizá sugestionado por las circunstancias, parece que a la voz de Kim le falte la garra que antaño imprimía para afilar sus bonitas melodías, No Holiday debe valorarse más como un regalo que como un disco ‘normal’; eso sí un regalo muy agridulce. Forever Kim.
JORDI MEYA