Si hay algo a elogiar de la trayectoria de The Ocean es que el colectivo haya sabido mantener una coherencia dentro de una discografía tan amplia, tanto en su discurso y concepto como en lo meramente musical. Que la banda haya transitado desde el férreo post metal de sus inicios hacia sonoridades próximas al progresivo, obedece a motivos que van más allá de una obvia evolución en su propuesta.
Porque cuando uno basa su música en una idea tan ambiciosa como la de relatar las distintas fases de la formación de la Tierra (amén de adentrarse en conceptos tan profundos como la critica al creacionismo que llevaron a cabo en Heliocentric y Anthropocentric), está claro que no puede quedarse en un mismo sitio. Debe avanzar. Eso mismo es lo que ha hecho el conjunto germano en cada paso que ha dado y, evidentemente, Holocene no iba a ser menos.
En su noveno trabajo, The Ocean prosiguen con firmeza lo apuntado en Phanerozoic I: Palaeozoic y Phanerozoic II: Mesozoic | Cenozoic, donde los elementos progresivos ganaban cada vez más importancia. No en vano, esta nueva entrega supone la clausura de la tetralogía iniciada en el lejano Precambrian, haciendo precisamente referencia a la última época de periodo Cuaternario. Un cierre que al mismo tiempo abre un futuro de nuevas posibilidades.
Sin acabar de ser del todo protagonistas, los teclados, sintetizadores y texturas electrónicas en general ganan terreno a la contundencia metalera. Esto es especialmente palpable en el primer tercio del álbum que se abre con ‘Preboreal’ haciendo de canción visagra de la propia ‘Holocene’, el corte con el que finalizaba Phanerozoic II: Mesozoic | Cenozoic (ya ven que los muchachos no dejan ningún cabo suelto). Como es norma en ellos, saben manejar los crescendos de intensidad como pocas formaciones de su estilo, dando como resultado un arranque prometedor que se verá rápidamente frenado.
En los dos siguientes temas, ‘Boreal’ y ‘Sea Of Reeds’, la banda parece caminar con precaución, como si pasara demasiado tiempo acostumbrándose al terreno que está pisando sin terminar de llegar a ningún lugar. Desde luego es un tramo al que le cuesta coger ritmo, dejando la sensación de que el asunto no se pone realmente serio hasta que aparece ‘Atlantic’. Aquí sí aciertan jugando con las dinámicas, escalando con ritmos programados hasta hipnotizarte para acabar asestando un golpe definitivo que te zarandea a través de una espiral de riffs.
Habiendo cogido carrerilla, a partir de este punto el sexteto pone la quinta marcha y de ahí ya no se baja en lo que queda de álbum. Confirman las buenas sensaciones en ‘Subboreal’ conjugando bases electrónicas y su contundencia habitual. ‘Unconformities’ nos trae la colaboración de rigor que no puede faltar en ninguno de sus trabajos. Si en los Phanerozics teníamos a Jonas Renkse de Katatonia, esta vez es la cantante sueca Karin Park quién entrega una conmovedora interpretación antes de que los chicos desaten un estruendoso caos, siendo uno de los momentos estelares del disco.
Sin mostrar síntomas de fragilidad, ‘Parabiosis’ encara la recta final en un ejercicio que combina arreglos electrónicos, algo de progresivo y una buena dosis de guitarras pesadas. ‘Subatlantic’ viene a certificar lo bien que han sabido dar con la tecla añadiendo otros elementos a su vocabulario. Lástima que Holocene esté condicionado por un comienzo tan dubitativo, porque la siguiente media hora está entre lo mejorcito que The Ocean hayan entregado en sus más de 20 años de constante evolución.
GONZALO PUEBLA