Parece increíble pero han pasado 15 años desde que The Suicide Machines editaran War Profiteering Is Killing Us All, su último discos de estudio; sin aire me he quedado yo también cuando he visto el dato. Y desde que en 2009 se reunieran de nuevo ya sin el guitarrista Dan Lukacinsky, parte importante en la composición de sus temas clásicos, la actividad de la banda ha sido moderada, por decirlo de una manera amable.
Sin embargo, viendo lo que nos ofrece Revolution Spring parece que hayamos sido nosotros los que nos hemos congelado en el tiempo disfrutando de las novedades de un nuevo milenio. Puede que estos Suicide Machines sean algo más maduros en sus letras –la furia se ha sustituido por la reflexión- pero si de mezclar punk, hardcore y ska hablamos no han perdido ni un ápice de maestría.
No hace falta más que oír los dos primeros temas del álbum ‘Bully In Blue’, a ritmo de punk rock contagioso, y ‘Awkward Always,’ ska punk repleto de melodía, para saber que el mojo de los de Detroit sigue intacto. A partir de ese momento el álbum conciso -son 16 temas en poquito más de media hora- es un pequeño festival de temazos que pasan del hardcore ortodoxo de ‘Detroit Is The New Miami!’ a las melodías de ‘Well Whiskey Wishes’ sin que nada chirríe.
Definitivamente en este clima musical cuesta pensar en la relevancia que pueda tener un nuevo álbum de The Suicide Machines, pero en ese pequeño mundo del punk rock que vive resistiendo al invasor, diría que es hasta necesario.
RICHARD ROYUELA