Tenaces y fiables. A lo largo de casi 30 años de carrera, los norirlandeses Therapy? se han ganado de sobras merecer esos adjetivos. Si bien nunca han llegado a replicar el éxito de sus discos de los 90 como Troublegum o Infernal Love, la banda siempre ha mantenido un exigente control de calidad tanto en estudio como en directo.
Pero incluso sabiendo eso, despierta admiración que, llegados a su decimoquinto álbum, el trío no muestre señales de agotamiento y que Cleave pueda convencer tanto a quien les lleve siguiendo toda su vida e incluso más a quien se acerque a ellos por primera vez, jugando con ingredientes ya conocidos como la claustrofobia de Joy Division, las melodías de Stiff Little Fingers, la oscuridad de Killing Joke y unos riffs que te golpean como lo hacen los mejores Helmet. Precisamente el primer tema ‘Wreck It Like Beckett’ se inicia con uno de ellos y un Andy Cairns cantando sincopadamente. De haberse publicado en los 90, seguramente hoy sería considerado uno de sus clásicos.
El poderío que demuestran en él prosigue en ‘Katistocracy’, una canción con una dinámica parecida a Rage Against The Machine y un estribillo que reza “It’s OK not to be OK when you’re living through this”. Y es que el álbum captura el malestar, presión y desconcierto que pueda sentir cualquier ciudadano ante el bombardeo de malas noticias. Que otra canción afirme que el éxito es la supervivencia, lo dice todo. En ‘Callow’ aflora su vena más melódica, pero sin abandoner ese sentimiento de desesperanza, una fórmula que repiten en ‘Crutch’, que cuenta con uno de los mejores estribillos del disco.
Buscando siempre la distancia más corta -sólo ‘I Stand Alone’ pasa de los 4 minutos-, Therapy? han conseguido facturar un álbum que gana impacto por su concisión y un sonido, cortesía del productor de Troublegum Chris Sheldon, que remite a sus mejores tiempos.
BONUS TRACK:
HABLAMOS CON… ANDY CAIRNS (voz, guitarra)
Llegar a publicar 15 discos es todo un logro. ¿Sentiste algún tipo de vértigo al empezar a trabajar en Cleave?
“(Risas) Es una buena manera de decirlo. Siempre siento nervios cuando empiezo un disco. Queremos hacerlo tan bien como podamos, pero también queremos que los tres nos sintamos cómodos con las ideas que temenos y eso puede ser un proceso largo. Pero una vez nos ponemos de acuerdo en una dirección, entonces lo mejor es trabajar lo más rápidamente posible”.
¿Cómo fue trabajar de nuevo con Chris Sheldon?
“Maravilloso. Chris es un amigo del grupo, además de un productor muy talentoso e inspirador. Trabajar con él es siempre divertido y muy relajado. Trabajamos mucho durante el día y luego por la noche nos divertimos contando historias y escuchando música”.
Se está comparando a Cleave con Troublegum. ¿Buscaste a posta esa similitud?
“Tiene un sonido parecido a Troublegum, pero un poco modernizado. Creo que Chris Sheldon tiene la habilidad para sacarnos ese sonido”.
Las letras parecen muy centradas en el presente. ¿Crees que forma parte de tu trabajo documentar los tiempos en los que vives?
“No, sólo canto y escribo sobre lo que me preocupa cuando compongo el álbum. No me veo como un visionario o un político. Lo que pasó es que escribimos el disco durante el desastre del Brexit y la catástrofe de Donald Trump y queríamos hablar sobre cómo se ha producido una gran división en todo el mundo”.
¿Qué te inspiró a escribir una cancion sobre el escritor Samuel Beckett?
“Para mí siempre ha sido una inspiración desde que empecé a leer hace muchos años. Beckett es famoso por tomar palabras para tener la máxima fuerza con el mínimo estilo. Vimos este disco como una oportunidad para hacer canciones cortas que fueran directas al corazón del oyente”.
¿Cuando te sale una canción corta y sencilla, te preocupa que pueda parecer demasiado ‘fácil’?
“Este disco necesitaba canciones simples y directas que tuvieran un impacto inmediato. Aunque hay algunos elementos viscerales, éste es principalmente un álbum de acción directa. Piezas cortas de música interpretadas con mucha intensidad”.
JORDI MEYA