Ànteros arrancan este sábado una nueva tanda de conciertos para seguir presentando su último trabajo, Montenegro, publicado en noviembre. Hablamos con dos de sus componentes sobre lo que fue, pero podría no haber sido.
Ànteros no es una banda como las demás. Para lo bueno, pero también para lo malo. Junto a su indiscutible calidad musical, adquirida en bandas previas como Toundra, Minor Empires, Syberia o Erroma, y que les permite fluir entre la visceralidad del screamo con desarrollos más cercanos al post rock y la contundencia del post metal con total naturalidad, viene asociada una disfuncionalidad que les lleva a pegarse más de un tiro en el pie como publicar su último disco el mismo día que lo hacían Viven, la otra banda de su guitarrista y co-vocalista Rubén Martínez.
Pero pese a la sensación de que en Ànteros constantemente todo pende de un hilo, es evidente que el nexo que une a Víctor García-Tapia (guitarra y teclados), Mauro Barbaza (bajo), Endika Pikeba (voz, guitarra), Óscar Caselles (batería) y al propio Rubén es suficientemente fuerte como para que podamos seguir disfrutando de ellos una buena temporada. Como mínimo, el grupo tiene confirmadas unas cuantas fechas por delante. El 20 de enero estarán en Tolosa (Bonberenea), el 21 en Portugalete (Sala Groove), el 27 de enero en Madrid (Wurlitzer Ballroom), 3 de febrero en Castellón (Sala Terra), el 29 de marzo en Barcelona (Sala Vol) y el 27 de abril en Murcia (Sala Spectrum). Y es que un disco como Montenegro (Aloud) bien merece tener más recorrido y más con lo que les costó parirlo.
Ànteros sois bastante paradigma de cómo funciona muchos grupos actualmente, muy alejada de la idea tradicional de ir a local, sacar temas juntos, sino viviendo en distintas ciudades. ¿Cómo afectó eso la creación del nuevo disco?
VÍCTOR GARCÍA-TAPIA “En nuestro caso ha sido como buscar soluciones a situaciones extrañas. Al final es como ese equipo de fútbol que tienes los fines de semana con los colegas y en el que siempre hay uno que se cae, otro que en un mes no aparece… eso es el grupo. La diferencia es que al final cuando tienes ese equipo de fútbol como mucho juegas unos partidos y nosotros tenemos una serie de compromisos que hay que cumplir. Durante la pandemia hicimos bastantes conciertos, y en parte a nosotros la pandemia nos benefició porque hubo una especie de boom, hubo muchas reseñas, la gente compró una cantidad ingente de vinilos y estaba como muy predispuesta. Nosotros llenamos La Nau en Barcelona. En parte era una irrealidad porque había muy buena predisposición a ir a ver lo que fuera”.
Bueno, si …Y En La Paz La Oscuridad hubiera sido malo, tampoco os hubiera ido tan bien.
VÍCTOR “Ya, pero bueno, el caso es que en ese punto sentía que había que hacer un nuevo disco, pero la circunstancia del grupo era que Mau estaba viviendo en Málaga, Rubén estaba haciendo el disco de Viven, que lo tenía pendiente desde hacía un montón de años; Endika es Endika y estaba desaparecido, nadie sabía si estaba en España o no. Y luego estaba Óscar que era en plan ‘estoy aquí, pero bueno yo hago mi vida y ya me avisáis si hay algo’. Así que viendo este percal les dije si les parecía bien que yo hiciese los temas en casa y se los pasase. Y les pareció bien. Entonces, claro me empecé a venir arriba. Normalmente meto una batería en MIDI y una guitarra rítmica, pero luego pensé que así no se los iba a poder vender y empecé a hacer segundas guitarras, el bajo, y se lo envíe. Y dije ‘si queréis cambiar algo, adelante’. ¿Y qué sucedió? Que nadie dijo nada (risas). Yo creo que no lo escucharon, fue como, ‘vale, vamos a dejar a este loco que haga sus cosas’. Así que yo fui tirando, nadie proponía cambios y de golpe nos encontramos con que había que grabar el disco”.
MAURO BARBAZZA “Fue como tener un examen y tienes que apretar a estudiar”.
VÍCTOR “Compromiso. Entonces en septiembre de 2022 vamos a Cal Pau tres días y hacemos baterías, que considero que es mucho. Quedaron bien, se editaron y dos semanas después yo grabé las rítmicas en el estudio del hermano de Rubén de Playback Maracas. Y a partir de ahí ya fue el acabose”.
¿Qué pasó?
VÍCTOR “Rubén estaba grabando con Viven y hasta que no terminase, no tenía tiempo ni de mirar nada. No fue hasta enero o febrero de 2023 cuando Rubén grabó lo suyo, entonces se lo pasamos a Endika. Y de repente, con todos mis respetos porque le quiero mucho, decidió que ahora él iba a opinar sobre las guitarras, pero claro, había cosas que ya no tenían sentido con lo que había, y al final hizo un mix de lo que le gustaría con lo que había. Y luego quedaba Mau”.
MAU “Sí, fue en plan ‘dejádmelo todo hecho y yo me pondré encima de vosotros’. No estaba yo ni para componer ni para darle muchas vueltas”.
VÍCTOR “Y luego quedaban las voces. Yo ya hice un intento en el disco anterior y me dijeron que escribía de pena, que era todo vergonzoso, entonces decidí que tampoco me podía meter ahí. Fue todo como súper súper disfuncional, a niveles estratosféricos”.
Entiendo que es algo, especialmente tú, por lo que no quieres volver a pasar.
VÍCTOR “No. O sea, yo al principio creía que iba a ser algo positivo y ahora he pensado que ha sido algo muy negativo. No en cuanto al resultado, sino al coste interno que ha tenido. Yo no confío mucho en mi criterio, no soy la típica persona que lo viera como una oportunidad de hacer lo que yo quisiese. A mí me ha costado muchísimo, me da muchísima inseguridad, porque al final es como poner algo que es… tuyo. Al final si alguien dice, ‘ostras, pues todo esto está un peldaño por debajo, dos peldaños por debajo, esto es muy aburrido’ va a ser como… mala decisión. Si es bueno, no me lo voy a tomar como algo para mí, pero si es malo, me voy a dar de latigazos”.
MAU “Para cerrar lo que decía Víctor, de no haber tirado él de esa manera, a veces más unilateral, el grupo probablemente no existiría o llevaríais dos años sin saber nada de él. Somos colegas, pero ya antes de pandemia si no teníamos un deadline, si no teníamos un compromiso en los bolos, no nos juntábamos. Si estamos hoy hablando contigo ha sido por Víctor. Eso es un hecho. Pero luego nos juntamos en el local, aunque llevemos un año y medio, y sale.”.
Ah, ¿tenéis local entonces?
VÍCTOR “Sí, sí, sí, es el trastero más caro de Barcelona. Pagado carísimo. No hemos dejado nunca de tener el mismo local, pagamos una pasta por el local y es un trastero. Por lo menos no tengo el ampli en casa”.
«Ahora me hace más gracia hacer una canción en la que se vea que llega el estribillo” VÍCTOR GARCÍA-TAPIA
De todas maneras, sin saber todo lo que has contado ahora, cuando escuché el disco me gustó más porque en el anterior tenía la sensación que cada uno había metido sus partes, y en cambio en este me pareció que todo estaba mejor integrado, tiene más intensidad.
VÍCTOR “Es que mi intención era hacer canciones porque cuando estás en el local, tú puedes tener una idea de canción, pero de repente alguien viene con una parte y tengo que dejar un poco la batuta. Siempre que hasta este disco hacía música a la carta porque tenía que tener un mínimo de oscuridad porque si no no tiene que ver con Endika, tenía que tener partes en los que Rubén pudiera tocar solos porque si no se aburre, tampoco podía meter tiempos muy complicados de estos porque si no Oscar ves que va a estallar, y luego lo mismo con Mau, tampoco puedo hacer cosas con muchísima mano derecha. Con este disco fue en plan ‘yo lo hago y vosotros os lo aprendéis’. Intenté hacer cosas más musicales, más estructuradas, y eso me parece super complicado porque yo venía de otras bandas en las que se iba metiendo riffs y todo avanzaba en base a eso. Me acuerdo cuando conocí a Juan Blas en Nothink, hablé muchísimo con él de cómo era la composición de las canciones. Con Minor Empires fue una masterclass de composición. Ahora me hace más gracia hacer una canción en la que se vea que llega el estribillo”.
Supongo que el que sea un disco corto, casi podríamos llamarlo un EP, se de debe a todo esto.
VÍCTOR “Se debe a mi muerte y destrucción. Tenía un par de temas más, pero me parecía que quizá era pedir demasiado hacer más viendo el feedback que tenía. Yo todos los temas que hice en un principio no los hice con un concepto de disco, sino con un concepto de directo. Es decir, ¿qué tipo de tema nos falta? Nos falta un tema para abrir un concierto, nos falta un tema que sea un poquito distinto y nos sirva para cerrar. Luego hay un tema que se llama ‘Varese’, que es el pueblo de Mau, que lo hice cuando me dijo que se iba a Málaga a vivir. Cogí la acústica y dije, voy a hacer algo que sea a Soundgarden por la broma, y se lo pasé y me dijo, ‘ostras, sí que suena a Soundgarden, no hay huevos de meterla en el disco’, y la metimos. Cada tema tiene su historia, pero meter más lo veía demasiado ambicioso. Yo entiendo que, si te ciñes a los tiempos, es un EP, pero por sufrimiento, dolor y tiempo invertido es como un disco doble o triple (risas)”.
MAU “A ver, la inercia en las cosas, si no las cultivas y no le echas cariño, es que se vayan extinguiendo. Y yo estoy seguro de que eso hubiese pasado. Si no tienes nada nuevo, no te salen bolos. Si la banda no está viva, no te vienen a buscar. Es de cajón. Yo creo que no nos lo empezamos a tomar en serio hasta que nos pusimos fechas de grabación”.
Claro, aunque no quieras triunfar, simplemente para existir como banda hay un mínimo que tienes que hacer.
VÍCTOR “Al final es como cualquier hobby, porque considero que lo nuestro es un hobby, la gente cambia, la gente tiene otras prioridades. En mi caso, tengo la suerte de que me gusta mucho hacer música. Quizás lo que menos me gusta hacer música es dar los conciertos, porque soy como muy cerebral y hay una parte de mí que dice, no entiendo el hacer música y estar obligado a ir como un feriante por cada ciudad para que la gente compre algo que, a mí personalmente, me da igual que lo compren. En cambio, a ellos justo lo que les gusta es dar conciertos”.
MAU “Lo que pasa es que nos llevamos tan bien, que también nos conviene subirnos a una furgo, ensayar, ir a tocar para recordarnos que nos gusta. A veces si no lo fuerzas, no te das cuenta de lo mucho que lo echas de menos. Pero tampoco somos como Mujeres o Angelus Apatrida que tocan todos los findes. Ni querríamos, ni podríamos”.
VICTOR “Al final hay grupos que están ahí picando piedra y buscando el ir a más, y para nosotros es algo que nos gusta hacer, que nos tomamos en serio, pero la vida que hemos elegido cada uno no tiene que ver con que el grupo vaya a más, simplemente con que el grupo exista, podamos seguir haciendo música y lo pasemos bien”.
JORDI MEYA