La mayoría de bandas odian que las etiqueten, sin embargo los donostiarras Comic Sans lucen con orgullo la bandera del Midwest emo en su nuevo álbum Éramos Felices Y No Lo Sabíamos. Los citamos en nuestra redacción para conocerles de cerca.

Hace ya unos meses que llevamos disfrutando del segundo disco de Comic Sans, un trabajo publicado por BCore y repleto de un montón de motivos musicales que beben de la escena del emo del Medio Oeste de Estados Unidos, en la que técnica y emotividad se unen para dar forma a canciones que tienen como objetivo tocarte la fibra y ser coreadas en los conciertos.

Si en su debut Jon Lee de 2021, el grupo alternaba castellano, euskera e inglés, en Éramos Felices Y No Lo Sabíamos se han centrado exclusivamente en el castellano; algo que de manera directa o no, ha posibilitado que su presencia por toda la Península se haya multiplicado. También desde entonces, la formación ha ido cambiando, estando ahora Álvaro Manzano ‘Manza’ (voz y guitarra) acompañado por Endika Galdeano (bajo y coros) y Jon Almuedo (batería), y con la última incorporación de Ander (también batería de Boys Kissing Boys) como guitarrista. Pese a ello, Comic Sans transmiten la misma conexión y complicidad que si llevaran toda la vida juntos.

Desde vuestra nota de prensa hasta cualquier artículo o reseña se os menciona como representantes del Midwest emo en España. ¿Os molesta? ¿Es una manera de vender lo que hacéis?
ENDIKA «Hombre, no nos molesta porque es algo que hemos querido. Con este disco, ya no es solo el hecho de hacer Midwestern emo, que ya mola que flipas, sino el traer este sonido a nivel estatal, y pasarlo por unos filtros, para que más gente lo disfrute. Que se nos ponga como adalides de este estilo, para nosotros, es increíble».
MANZA «Aquí en todos los festis están metidos grupos de indie y tal. Pero tú vas a los festis en Estados Unidos, y es que están Tiny Moving Parts en todos, Mom Jeans están en todos; si Marieta siguiera tocando, estaría Marieta, Modern Baseball, igual. Al final también es porque han nacido allí, pero bueno, esta mucho más arraigado».
ANDER «Además, aunque haya grupos que tiren hacia el emo, o escuchen lo mismo que podamos escuchar nosotros, si cantan en castellano les meterán en el saco del indie. Hasta a nosotros nos ha pasado que dijeran, ‘Comic Sans no es emo, esto es indie’. Pues llámalo como quieras».
MANZA «No sabes la cantidad de gente que me ha dicho que mi voz parece la de Carolina Durante. Te lo juro».

Pues a mí me recuerda a la de Matt Pryor. Lo que ocurre es que la etiqueta emo, como pasa con todas, se ha difuminado tanto, que ya no significa nada. Ves a gente saliendo en ‘First Dates’ con rimel y el pelo planchado y dicen que son emo.
ENDIKA «Es una etiqueta que ha sido muy maltratada por lo que en Estados Unidos se conoce como ‘Mall-emo’, ese emo de centro comercial, de la tienda de Hot Topic. Paramore, My Chemical Romance, Green Day y ese tipo de cosas, que es una estética más que un género musical, pop punk sobre emociones».
MANZA «Es que se llegó a decir que Blink-182, cuando sacaron la canción ‘I Miss You’ en 2003, que eran emo».

Sólo porque en el videoclip iban vestidos de negro.
ENDIKA «(Risas) En ese sentido es una etiqueta muy maltratada, pero nosotros sí que la defendemos. Queremos defender el emo como ‘emotional hardcore’ y que, como evolucionan otros géneros, se ha mezclado con otras influencias. Pero lo puede tocar cualquier persona, porque es un género musical, y no una vertiente estética».
MANZA «¿Sabes qué pasa? Que cuando escuchas emo, siempre es en inglés. El otro día, uno nos decía que no hacíamos emo. Esas letras las traduces, al castellano, o te las cantan en castellano… y pasa lo que dice Ander, al final, todos los caminos llevan al indie (risas)«.

Pero el indie tampoco ya no quiere decir nada. Ahí te ponen a Izal y a Cala Vento.
MANZA «Camela es indie (risas)«.
ANDER «A mí me parece guay coger la etiqueta emo y reivindicarla, y hacerlo sin vergüenza. Aunque claro, si coges un taxi y el taxista te pregunta qué música haces y le dices ‘midwestern emo’, te echa del coche (risas). Más allá de que a los primeros a los que se les llamase emo renegasen de eso y dijeran que era la mayor gilipollez que habían oído en su vida, yo creo que con el tiempo se ve que sí que tiene un sonido y unos elementos concretos que intentamos traer aquí».
ENDIKA «También creo que Internet está ayudando a reivindicar la etiqueta».

«Es imposible inventarse algo nuevo, es como que ya todo está hecho, pero tampoco nada se repite» JON ALMUEDO

De todos modos, ¿a través de qué grupo descubrís lo que es el Midwest emo?
MANZA «La primera vez que escucho un grupo de Midwest emo fue en 2008. Me acuerdo que iba con mi hermano a la nieve, y que pusiera a Algernon Cadwallader. Igual ahí todavía no sabía ni que existía el Midswestern, pero ese es el primer grupo que escuché como tal. Luego ya, pues pinchas a Algernon Cadwallader en Spotify, y eso te lleva a otro grupo, y luego vas al otro, y así ya vas investigando y vas encontrando grupos, grupos y grupos. Y en este disco hemos chupado de muchos distintos. Por ejemplo, la canción ‘Edwin Y Los Amigos’ es muy Tiny Moving Parts. O en ‘Pro Evolution Soccer 6’, lo que yo toco al final con la guitarra es totalmente Marieta, y lo del principio es totalmente Algernon Cadwallader. Haces una mezcla de todo, y tiras para adelante».
JON «Al final ya es imposible inventarse algo nuevo, es como que ya todo está hecho, pero tampoco nada se repite».
ANDER «Yo realmente, el término Midwest Emo como tal, diría que lo escuché tardío. Llegué antes al emo de Rites Of Spring y así, a través de Fugazi. Y a mí me flipaba mucho Berri Txarrak que los considero unos emos del copón. Y luego a base de Youtube, mixtapes, vas llegando a Cap’n Jazz, y luego el disco de Caming In Alaska que lo trillé hasta el infinito».

Una cosa es que te guste un estilo y otra ser capaz de tocarlo. ¿Os costó mucho pillar el rollo de las afinaciones, los arpegios, los tappings…?
MANZA
«Esto siempre funciona así. Te afinas, te sacas el tema de un grupo y ya sabes más o menos por dónde va, y vas probando. La dificultad es pasar de tocar en estándar a hacerlo en abierto. Pero vas despacito, le metes un punteo, y vas construyendo».
ENDIKA «Al final es estudiar qué sonidos te gustan y ver un poco cómo están construidos, y reconocer patrones. Decir, vale, este tipo de progresiones me gustan, estos recursos me gustan…
ANDER «Yo me hago notas de voz tarareando melodías que me molen, y luego pruebo con la afinación abierta, y digo, ‘hostia, a esto le falta algo, voy a poner una cejilla’ (risas). Y ahí ya suena bien».
MANZA «Yo soy incapaz de tocar sin cejilla. Solo toco dos sin».
ENDIKA «Menos mal que soy bajista (risas)«.
MANZA «Y tampoco todos los grupos meten tappings. Están Tiny Moving Parts que son unos locos de eso, pero Mom Jeans o Marieta no meten ya».
ENDIKA «Metimos en ‘Gogeta Super Sayan 4’ que es un festival técnico. Quisimos hacer algo lo más loco posible, dentro de nuestras capacidades, y que podamos tocarla igual, incluso un poco perjudicados (risas). Y es la que más disfrutamos tocando en directo».

Haciendo de abogado del diablo, uno podría decir: ¿por qué escuchar a Comic Sans en lugar de los grupos originales del Midwest? ¿Qué le diríais?
ANDER «Es justo lo que nos dicen (risas)«.
ENDIKA «Yo diría porque al menos a nosotros nos puedes ver en directo más de una vez, y eso ya es importante. Y además puedes entender las letras. Y también creo que tenemos nuestro estilo, y mezclamos eso con influencias de bandas locales de Donosti, como Curasan. Para nosotros Curasan son la segunda venida de Jesucristo».
MANZA «No nos parecemos, pero cogemos cosas de ellos. Por ejemplo, el ritmo de ‘Pro Evolution’ en el que de repente cortamos, y yo me pongo hacer un tapping, y es más psicodélico.. Eso es influencia de Curasan».
ENDIKA «No somos Mom Jeans en castellano. Tenemos una mezcla de influencias».
ANDER «Cada uno es de su padre y de su madre, y eso hace que salga algo propio».

¿Creéis que si os hubieseis centrado en cantar solo en euskera la percepción del grupo sería diferente?
ENDIKA «Euskadi es una isla y tiene su clima musical, tiene su escena, y es verdad que si quieres moverte en Euskadi y Navarra, cantar en euskera es un plus. Ya no solo porque hay un incentivo cultural para empujar, para que no haya un desuso del idioma, sino que la gente lo agradece. Pero nosotros veíamos que había más bandas de nuestra movida a nivel estatal, y el cambio al castellano fue principalmente por eso.
ANDER «En Euskal Herria hay grupazos que cantan en euskera, y tocan mogollón, pero solo ahí. Nosotros nos sentimos a gusto tocando con grupos del todo el estado, y abrirnos a su público. Hay casos como los de Berri Txarrak, pero no es lo normal».

Las letras reflejan una afinidad, no sé si llamarlo, con la cultura friki, ya me entendéis. Si tuvierais que escoger entre no poder escuchar música o no poder jugar nunca más a videojuegos, ¿qué elegiríais?
MANZA «Mucha gente no me va a creer, pero yo elegiría los videojuegos. Yo he tenido épocas muy frikis con el FIFA. Me tiraba fines de semana enteros, desde las 10 de la mañana hasta las 3 de la mañana que lo cortaban. Era una enfermedad».
ENDIKA «A mí los videojuegos me alimentan el alma. Ha sido mi pasión desde muy pequeño. Yo hasta los 14 años mi personalidad era, ‘Hola soy Endika, me gusta Zelda’. Creo que sé más de videojuegos que muchos historiadores de historia. Yo creo que no podría dejarlo».
MANZA «Antes ser friki era ser raro, y ahora están todos forrados. Los streamers están forrados. Ahora todo el mundo quiere ser friki».

¿Y entre tocar en el Riot Fest o que os hiciesen unos muñecos de Funko?
MANZA «Hostia, esta es difícil».
ENDIKA «Yo me declaro hater de los Funko. la mayoría de empresas de figuras, hacen la figura para que digas, ‘hostia, este muñeco es de esta serie’. Los Funkos los hacen para que digas ‘hostia, es un Funko de..‘».
ANDER «Al final, los Funkos te los puedes hacer tú. Para el próximo merch, los hacemos. Nos acabas de dar la idea (risas)«.

JORDI MEYA