Thou y sus diversas colaboraciones se mueven siempre en un terreno indefinido. Nunca sabes si el producto final será satisfactorio, más allá de sus fronteras estilísticas o sencillamente la suma de factores que dará como resultado algo superlativo.
Tras la magnífica colaboración con Emma Ruth Rundle con ocasión del Roadburn 2019 que testifican los EPs May Our Chambers Be Full y The Helm Of Sorrow, para la edición 2022 del festival neerlandés, se anunció una actuación colaborativa con el one man project de A.L.N., Mizmor, lanzando a pocas horas del concierto el álbum conjunto Myopia. Un disco que catapulta a ambas entidades artísticas a la excelencia, a conocerse mejor y crecer exponencialmente. Bajo esa capa de mugre tan de los de Louisiana, se esconde un trabajo con muchas capas y en la que el equilibrio de fuerzas es lo predominante.
A pesar de ser un álbum difícil, y nada accesible de buenas a primeras, te enganchará a la que le dediques un poco de tiempo, gozando de su épica premeditadamente minimalista.
Un álbum que equilibra las fuerzas de ambos entes, en ocasiones, el doom/sludge de Thou se hace protagonista, como en ‘Subordinate’ u otros en el que la personal visión del black metal de Mizmor, gana la partida claramente como en la inicial ‘Prefect’. Pero lo bueno viene cuando se igualan fuerzas como en la claustrofóbica ‘Indignance’ de 10 minutos de duración en la que el doom inicial va mutando por simbiosis en una oleada de riffs blackers que dejarán sin aliento al más pintado. Fantástica.
‘Manifold Lens’ se arrastra cual gusano, lento y sinuoso, en los desiertos plagados de especia de Arrakis sometiéndote a una alucinación profética. La canción que da titulo al álbum ‘Myopia’ arranca densa y aplastante. En otro ejercicio de voces desquiciantes y ritmo machacante de cambio de tercio, siendo aún más duro y trepanador con in crescendo contenido, pero continuo, que te dejará exhausto.
La producción guarda ese equilibrio propio de los trabajos de Thou, potente y sucia, en su justa medida, para trasladar el ambiente mohoso de su tierra de origen. Las partes más blackers y ambient aportadas por A.L.N. suenan de manera clara y cristalina.
Un álbum largo, denso y pesado de digestión difícil (estamos hablando de temas de unos diez minutos de duración, más o menos, y una hora de disco) con una excelente y cruda factura. Un cocktail de licores fuertes, apetecible, que provocará resacas colosales.
JOAN CALDERÓN
