Los infatigables Tomb Mold publican su tercer largo Planetary Clairvoyance dos años y medio después de su debut Primordial Malignity y tan sólo uno de su celebrado The Bottomless Perdition, presentándolo por su tierra, Canadá, y también Norte América y un tour europeo junto a Of Father And Bone y Ritual Necromancy.
Vamos, que nadie les podrá acusar de zánganos, a los chavales, y es que sacando un álbum redondo técnicamente hablando, en tan poco tiempo y con giras de por medio, se hace imposible cuestionar el talento de los de Ontario y lo meritorio de este Planetary Clairvoyance.
Y eso es lo que encontramos en esta oscura aventura espacial, un death metal técnico y atmosférico, con medio tiempos thrashers rompenucas mezclados sutilmente con una producción más old school, gruesa en el bajo y cavernosos growls de su portentoso cantante y baterista Max Klebanoff.
Desdoblados y rápidos punteos de guitarra dan brillo a las composiciones mientras que los solos son más melódicos y pausados, transportándote a una atmósfera espacial que le da sentido al disco. Es de agradecer, por eso, que el álbum dure algo más de 38 minutos, ya que ni con la instrumental ‘Phosphorene Ultimate’ y esas ondas de radio espaciales entrecortadas, me he quedado un poco frío e indiferente ante tal trabajo a pesar de este derroche de virtuosismo.
Nada que no haya oído antes o que me parezca original ha llamado mi atención. Quizá tanta rapidez a la hora de sacar discos sea contraproducente para algunos, especialmente a mi criterio, receloso de encontrarse ante un cortar y pegar de sí mismos.
SANTA
