Habrá quienes afirmen que esto se veía venir y es cierto que ya dejaron algún aviso en su EP Hamartia del pasado curso, pero dudo que alguien hubiera llegado a imaginar que Tribulation se atreverían a pegar un cambio tan acentuado como el que han llevado a cabo en Sub Rosa In Æternum.
No es ningún secreto que el rock gótico siempre ha jugado una parte importante dentro del estilo que han venido desarrollando, pero nunca antes habían mostrado la valentía suficiente como para adentrarse por completo en el género. Estableciendo un símil con un caso cercano como pudiera ser el de Opeth, la mezcla entre el romanticismo de tendencias más oscuras y los sonidos extremos próximos al death metal era lo que había hecho que los suecos dieran en primera instancia con algo tan especial en títulos como The Children Of The Night o Down Below.
Sea por la salida del guitarrista Jonathan Hulten (quien era uno de los principales responsables en la parcela compositiva) o simplemente por agotamiento de una fórmula que necesitaba ser renovada, el cuarteto de Arvika deja atrás el corpse paint para abrazar sus vinilos de The Sisters Or Mercy y Type O Negative con todas las consecuencias. O al menos en gran parte, ya que si bien la introductoria ‘The Unrelenting Choir’ choca por ese registro grave que ha adquirido Johannes Andersson, todavía no han cortado del todo los lazos con su pasado.
En ‘Tainted Skies’ y ‘Saturn Coming Down’ aún reconocemos a la banda cuando reparecen los guturales de Andersson. Solo que estos se ven alternados con voces limpias, otorgando cierto dinamismo en algunos instantes. Por contra, en ‘Hungry Waters’ (con un juego de guitarras y piano exquisito en el puente) o la urgente ‘Drink The Love Of God’, han apostado por la melodía en lo que parece ser un camino de no retorno.
De hecho, alguno se llevará las manos a la cabeza cuando escuche ‘Murder In Red’ considerando que han traspasado todas las líneas rojas, pues su post punk de sintetizadores deja claro que van muy en serio en esta nueva etapa. Y es que aunque me encante la majestuosidad que consiguen desplegar en ‘Reaping Song’, cuesta creer que se trate del mismo grupo que previamente ataque con agresividad en ‘Time & The Vivid Ore’. Por muy buena que esta sea, suena forzada al lado de sus compañeras.
Es ahí dónde reside el principal “pero” de este Sub Rosa In Æternum. Que Tribulation no hayan sido aún más radicales a la hora de encarar un álbum tan ambicioso, dejando que su transformación definitiva llegue probablemente en una siguiente entrega. Por lo pronto, sin duda creará división entre los seguidores, pero a mí ya me ha provocado más interés en volver a escucharlo que su anterior Where The Gloom Becomes Sound.
GONZALO PUEBLA