Tribulation se han estancado. Se acabó experimentar, se terminaron las revoluciones, y por lo que parece, la fórmula del soberbio The Children Of The Night les sigue valiendo seis años después.
Eso no debería ser necesariamente negativo, al fin y al cabo Down Below ya fue continuista, una vuelta de tuerca al disco que les puso en el mapa desde un prisma más rockero y ambiental, así que el problema de Where The Gloom Becomes Sound llega por otro lado: no ha conseguido emocionarme ni en un solo instante.
Formalmente intachable, el quinto largo de los suecos sigue explorando ese rock tenebroso y gótico capitaneado por la voz destrozada de Johannes Andersson, y canciones como ‘Hour Of The Wolf’, ‘Leviathans’ e ‘Inanna’ demuestran que la elegancia del cuarteto sigue ahí. Pero seamos sinceros: todo esto ya lo hemos escuchado más y mejor, e incluso con salidas Maiden bastante más logradas que la de ‘Daughter Of The Djinn’.
El único riesgo que han tomado en esta obra radica en la producción. Se pasaron dos meses en el Studio Ryssviken de Linus Björklund junto al coproductor Jamie Elton, y Tom Dalgety (Ghost, Rammstein) se hizo con la mezcla. Una vez más, Magnus Lindberg en los Redmount de Estocolmo se encargó del master.
El resultado es cálido, te envuelve de profundos ecos ochenteros y parece convivir cómodamente entre ese crepitar del vinilo antiguo. Un ligero caos controlado muy meditado.
Los acérrimos de su propuesta disfrutarán con ‘Dirge Of A Dying Soul’ o ‘Elementals’, estoy seguro, pero los que exijan algo más que un ejercicio de estilo no encontrarán demasiada recompensa. Además de estar ante una obra previsible, en varios instantes he tenido la sensación de que a algunas de estas canciones les faltan un par o tres de vueltas, un poco más de ingenio para dar con ese giro de guión que, hasta no hace tanto, nos hacía saltar de la silla.
Que el principal compositor en este álbum, el guitarrista Jonathan Hultén, abandonara la banda poco antes de la salida de este disco debería ser un aviso. Estoy entrando en el terreno de la especulación, pero creo que algo ocurre en el seno de Tribulation.
Los escandinavos se han querido sumergir en la magia y el mito en Where The Gloom Becomes Sound, en la tradición esotérica occidental e india, pero ese influjo elemental no ha logrado conducir a estas canciones hasta otro nivel de inspiración.
PAU NAVARRA