Acostumbrados a que en los créditos de los discos de pop que triunfan en el mainstream aparezcan listados interminables de compositores y productores que han participado en su creación, es esperanzador encontrarte con bandas como Twenty One Pilots que responden exclusivamente a la visión de sus componentes.
Desde sus inicios en 2009, Tyler Joseph y Josh Dun han seguido su instinto a la hora de mezclar todo tipo de estilos y sonidos para dar forma a una música que, contra todo pronóstico, ha conectado a nivel masivo. Sobre el papel, combinar pop, hip hop, rock, electrónica, reggae, y hasta un ukelele, no debería haber funcionado, pero milagrosamente ese batiburrillo les llevó hasta lo más alto. Cuanto más singulares eran, más populares se volvían. Quizá por eso, su excesivo acercamiento al pop en el anterior Scaled And Icy (2021) fue parcialmente decepcionante y despertó menos pasiones que sus predecesores.
Por suerte, en Clancy, su séptimo disco, el dúo de Ohio ha vuelto a abrir el grifo de su ingenio y no lo ha cerrado hasta verter la última gota que les quedaba dentro. A veces me pregunto cómo estos dos procesan la música en su cerebro, porque desde luego no es como el 99% de humanos. A nivel superficial, sus canciones pueden sonar accesibles, lo cual dice mucho de la capacidad melódica de Joseph, pero si uno presta atención es admirable la cantidad de detalles y recursos que se encuentran superpuestos en sus diferentes capas.
Pocos álbumes encontrarás en los que el primer tema, ‘Overcompensate’, te reciba como un beat a lo Chemical Brothers, y unos cortes más adelante te sorprenda con una balada con voz y guitarra a lo Cat Stevens, con silbidos y todo, como ‘The Craving (Jenna’s Version)’. Entremedio tus oídos se habrán impregnado con el pop punk de ‘Next Semester’, el motivo orquestal de ‘Vignette’, que tiene un aire al ‘Bittersweet Symphony’ de The Verve, y por delante todavía te quedará ese viaje a principios de los 2000 cuando Bloc Party lo petaban en ‘Navigating’, el rapeo chill de ‘Snap Back’, ‘Oldies Station’, una bonita canción pop al piano en la que Joseph anima a sus fans a seguir empujando a pesar de las dificultades que te plante la vida, o la evocadora ‘Paladin Strait’ que cierra el disco a un gran nivel antes de depararnos una sorpresa final.
Entiendo que haya gente que los encuentre fríos y faltos de verdadera emoción, pero incluso esa manera algo apática de cantar de Joseph creo que refleja muy bien la disociación que todos podemos sentir en una época en la que vemos el mundo a través de las pantallas y nos medicamos para amortiguar la ansiedad.
Teóricamente, con Clancy, Twenty One Pilots ponen fin al arco narrativo situado en la ciudad distópica de Dema que empezó con Trench en 2018, así que habrá que estar expectante con qué nos traen en el futuro. Hasta entonces, disfrutemos con estas 13 canciones vibrantes y bizarras, pero altamente disfrutables.
MARC LÓPEZ