Como para no llamar la atención… Jacob Bannon a las voces junto a Mike McKenzie y Sean Martin como guitarristas, Greg Weeks al bajo y Jon Rice tras los parches. O lo que es lo mismo: el frontman de Converge haciendo death metal con peña que toca o ha tocado en The Red Chord, Twitching Tongues, Hatebreed, Uncle Acid o Job For A Cowboy. Una combinación que sólo puede resultar ganadora y, en efecto, pese a todo lo compacta que quieras, de lo más personal.
Umbra Vitae se llama la criatura, y Shadow Of Life, su primer esfuerzo. Y digo ‘esfuerzo’ con toda la intención del mundo, porque estos diez cortes se despachan en apenas 26 minutos, dando como resultado un ejercicio de esprín donde estos músicos no pueden disimular su estrecha relación con el punk, el hardcore y el grindcore.
Sin florituras, ornamentos o cualquier otro elemento superfluo que pueda distraer, el quinteto va al quid de la cuestión a través de canciones cortas y urgentes, absolutamente directas, aunque eso tampoco signifique que únicamente se entreguen a la velocidad. Sin ir más lejos, ‘Ethereal Emptiness’, ‘Atheist Aesthetic’, ‘Intimate Inferno’ o ‘Blood Blossom’ contienen partes machaconas logradas y breakdowns de hormigón armado. Al fin y al cabo, estamos ante un combo con miembros de The Red Chord o Job For A Cowboy…
Mis favoritas ‘Mantra Of Madness’, ‘Fear Is A Fossil’ y ‘Shadow Of Life’ dan buena cuenta de un grupo dotado de ideas destructivas y generosamente nutrido de riffs malintencionados, rematado por un Bannon que, como cabría esperar, no tira de guturales típicos por razones puramente fisiológicas, pero en cambio sí aporta un estilo particular y agónico, una bronca ahogada que puede recordar a Tomas Lindberg perfectamente apropiada para pintar un lienzo nada esperanzador sobre la realidad que nos rodea y todo aquello que le oprime el pecho.
Una ópera prima con salidas sorprendentes, que pasa como un suspiro y que seguro tendrá continuidad, tal y como Umbra Vitae ya han confirmado a esta revista. Mejor, porque este combo puede ofrecer gratos bofetones y ya estamos algo cansados de tanto supergrupo que graba un álbum y, luego, nunca más se supo.
PAU NAVARRA