Los galeses Venom Prison se situaron en 2019 con Samsara, su segundo álbum, como una de las bandas con más futuro de la escena metalera actual. Pero cuando les hubiera tocado girar y rematar la faena, llegó la pandemia y no pudo ser. En ese impasse, decidieron empezar a componer y grabar lo que es su estreno para Century Media, Erebos.
Es un disco aperturista y ambicioso en el que no abandonan sus señas de identidad percibiendose como un disco sincero y auténtico. Sin imposturas, ni imposiciones. Continúan presentando esa especial mezcla de death metal y hardcore con mensaje comprometido con el mundo que les rodea. No obstante, se han atrevido a sumar más influencias con más melodías y voces limpias, dando como resultado un completísimo tercer largo que los acerca un poco más al heavy metal contemporáneo.
Un álbum, Erebos (Dios griego personificación de la oscuridad y la sombra), que se compromete en sus letras abordando temas como las fronteras y el maltrato a las personas migradas, la salud mental, el feminismo o el efecto de las redes sociales. Musicalmente, es un disco de canciones variadas que, sin embargo, conforman un todo cohesionado y coherente gracias a la producción de Scott Atkins.
Tras la intro ‘Born From Chaos’, en ‘Judges Of The Underworld’ notas que Venom Prison van a por todas. Un torrente de riffs, una base rítmica aplastante, una Larissa Stupar que lo da todo con su voz, capas y capas, coros limpios de fondo, un solo épico, breakdown. Un concentrado de elementos letal.
La contundencia se hace patente tema a tema. Desde la demencial ‘Gorgon Sisters’ a la técnica y, en ocasiones, progresiva ‘Castigated In Steel And Concrete’ (incluso hay un dúo de punteos muy heavy metal clásico), o la épica y cabalgante ‘Veil Of Night’, con algún momento de riff cercano a Arch Enemy y un breakdown locamente atípico.
Evidentemente, no se puede hablar de este disco, sin hablar de ‘Pain Of Oizys’, la ‘balada’ (muy, muy, entre comillas) del disco, de la que salen más que airosos, con bases electrónicas y un teclado. En él Larissa habla sin tapujos de la depresión y sus sentimientos, tiene un desarrollo in crescendo, con una fase furiosa y groovie para acabar con notas de piano. Es una canción que rompe esquemas respecto a su anterior catálogo, pero que en ningún caso compromete su integridad artística.
En Erebos Venom Prison no se han puesto límites, ni en lo creativo, ni en su ambición. Efectivamente, han evolucionado. Efectivamente, es un disco aperturista. Efectivamente, es un disco brillante.
JOAN CALDERON