Es difícil saber por donde empezar ante una obra de esta magnitud. El nombre del Sunset Strip de Los Angeles, y de la escena hair metal que allí floreció en los 80, suele estar asociado a la laca, las mallas, la cocaína y, en general, con la artificialidad y el hedonismo.
Conforme el glam metal se fue haciendo popular mientras transcurría la década, es cierto que hubo mucho de eso, pero no es menos cierto que en su origen muy poco tenía de artificial. Más bien era un hervidero de músicos jóvenes revelándose ante una escena musical y una industria discográfica que estaba pasando uno de los momentos más críticos de la historia. Querían cambiar el mundo y, de hecho, lo consiguieron. Ninguna de las 21 bandas incluidas en Bound For Hell On The Sunset Strip alcanzó el éxito masivo, aunque algunas como Armored Saint, Lizzy Borden, Rough Cutt o Black N’ Blue, además de dejar obras capitales, sí que estuvieron tocándolo con la punta de los dedos.
Lo que aquí encontramos son grabaciones crudas, sin ningún lujo de producción que documentan a la perfección lo que pasaba en aquellos momento primigenios donde la energía suplía cualquier carencia técnica. Todas las bandas transmiten esa emoción primaria, unas tirando más hacia el glam, otras más hacia el heavy metal, y aunque cada uno encontrará sus momentos favoritos, personalmente me quedo con las aportaciones de Jaded Lady (Rock’n’Roll Ain’t Pretty’), Rough Cutt (‘Take It Or Leave It’), Lisa Baker (de la que se incluye el único single que editó, ‘Fool Of Lies’), y Bitch (‘Damnation Alley’). La inclusión de cinco proyectos liderados por mujeres también matiza otro de los mitos de esa escena: el simple papel de florero de la mujer en aquellos días. Muchas participaron activamente y está muy bien que se las reivindique.
Para completar la fiesta, la edición de lujo del Bound For Hell: On The Sunset Strip viene acompañado por un espectacular libro de 140 páginas lleno de fotografías de la época hechas por Kevin Estrada desde el minuto uno, y textos de Katherine Turman, autora de uno de los mejores libros sobre metal, Louder Then Hell. Un pack imabatible que dignifica una escena no siempre bien entendida y del que esperamos una segunda parte lo antes posible.
RICHARD ROYUELA