Para ser el primer disco de Yeah Yeah Yeahs en nueve años, Cool It Down sorprende, de entrada, por su planteamiento modesto. Son solo ocho canciones en apenas 32 minutos, producidas, como todos sus álbumes, por Dave Sitek de TV On The Radio, y moviéndose estilísticamente por territorio más o menos conocido, aunque con ganas de actualizarlo al contexto actual. También es el primero que lanzan con el sello independiente Secretly Canadian en lugar de la multinacional Interscope.
Pero lo que podría ser visto como algo negativo, creo que juega a su favor, y obedece más a la voluntad de quitarse cualquier presión -ante el que sin duda era uno de los retornos discográficos más esperados dentro del indie- que a un afán conservador. Porque una vez escuchado, está claro que si sentían algún miedo escénico, han sabido canalizarlo con total naturalidad en algunos temas que, como mostraron en su paso por el Primavera Sound, pueden mirar de tú a tú a sus anteriores creaciones.
De hecho, la inicial ‘Spitting Off The Edge Of The World’ merecería ser colocada en las posiciones más altas de un ranking de sus mejores canciones. Sobre un manto de sintetizadores arrollador y con la colaboración de Mike Hadreas de Perfume Genius, Karen O pinta un paisaje tan majestuoso como apocalíptico con una cadencia que te va engullendo poco a poco y transita fluidamente hasta ‘Lovebomb’, una especie de balada espacial que nos deja flotando sin gravedad.
La impetuosa ‘Wolf’, con una línea de teclado retro 80’s, nos invita a pisar la pista de baile por primera vez, pero solo para tantear el terreno. En cambio la fiesta se desata con el funk robótico de ‘Fleez’ y sobre todo ‘Burning’, un himno discotequero en la línea de ‘Heads Will Roll’, en el que suena un sampler de ‘Beggin’ de Four Seasons (el mismo tema con el que Maneskin han conseguido la fama). Es aquí donde el trío neoyorquino se muestra exultante.
Sin embargo después de este formidable trío, el álbum pierde un poco de enjundia. Otra balada, asentada sobre un beat electrónico, ‘Blacktop’ se revela como una suerte de versión sintética de su hit ‘Maps’, aunque sin tanto gancho, y la poppie ‘Different Today’ y la bonita ‘Mars’, que rememora una conversación entre Karen O y su hijo, no consiguen elevarlo al mismo nivel. Pese a ello, Cool It Down es suficientemente atractivo para que les abramos los brazos después de tan larga ausencia.
MARC LÓPEZ
